Hacia la calma como constante…
suspensión, ¿quién dice? o ¿quién se atreve?
Piano. La intensidad jamás escuchada…suspensión,
pedal colgado de la bicileta.
La ecléctica circunstancia de un ¡No me diga nada más!
¿Por qué? Imperativo de ser humano y repetir la historia.
Unos ojos se han posado sobre mi espalda.
Mártires de una casusa inventada,
por hombres certeros.
No existe ni mal ni bien, sino todo lo contrario.
¡No! No puedo decir No entre vegetales, árboles, frutos,
instancias, enrevesados escritos que preceden al final de un mismo todo.
Archivo por días: 24 octubre, 2006
Del Alma hacia la rompiente
Tenue el paso hacia ti, sombra pausada, inerte espera.
Desolado momento en el que impera
el sueño, como viento apaciguado; cálida caricia.
Consolación. La música suena espaciando los tiempos, remancando
el altivo desdés que afliges a mi alma.
Calma de la ola, marea sin viento,
momento precipitándose.
Arrojo, valor en la templanza,
alcanza su misma intensidad el timbre del morir,
en el abrazo del paso que se cruza sobre la vertiente
de mil mares desesperanzados.
Papel de Cuaderno
Papel de cuaderno con hojas cuadriculadas, por si las letras no se adaptan a un folio sin destino, donde las palabras puedan descender hacia abajo, curvadas y perdidas sobre un pálido color blanco. Son las líneas que cuidan su estética, que tan solo entre una simple línea, logra una escritura limpia, escueta y firme, capaz de mantener el rumbo de un contexto milimetrado y perfecto, sin torceduras ni enredos, formando la pareja perfecta junto a la tinta de un bolígrafo, dibujando las formas de las letras, alcanzando la unión de los sentidos con las palabras y llegando al final de los mensajes hechos para los ojos, tan serenos, que incluso pueden colorear la hoja ,sin vida para muchos pero llenas de esperanzas para todos, cuando en el papel, leemos al corazón.