Es tiempo muerto y a las cero horas todo calla. Este frío de Enero me tiene con el corazón congelado y el cerebro tiritando. Tantas estrellas allá afuera despidiendo fuego y yo aquí temblando, aterido con el lápiz en la mano. En el cerro dormita el misterio. Esta noche no se mostró como otras, se quedó en la duda de entregarse o mostar su rebelión. Tu sitio sigue intacto, hay un perfume que se niega a desprenderse de el; incluso el gato frota aún su dorso erizado contra tu recuerdo. Es quizá, la más fría noche del invierno, el fuego que crepita en el hogar a punto está de extinguirse victima de la hipotermia. No hay misterios esta noche, el único, duerme lejos, en la cima. Y aquí, en el valle, en este ambiente provinciano una enorme manta blanca en irónico suceso nos arrebata el calor.
Archivo por días: 27 enero, 2007
me da miedo quedarme solo, ¡y tu te vas!
hay momentos en el dia que se dificulta respirar
y de paso el pasado vuelve con su tierna cara de amargura
intentando pintar el lienzo triste de mi vida,
es mas facil respirar dormido y solamente en silencio
que despertar y ver sombras alrededor tuyo,
no, mi caso no es facil, despertar pensando en alguien que se fue
y menos ver la cama un poco vacia.
es dificil despertar y preferiria quedarme dormido para siempre
quizas no salir del cuarto y estar en tinieblas
que salir a la calle y ver el dia pasar lento y triste
¡hay algunos dias que parecen no acabar!
y en los cuales se dificulta respirar.
cuando la ilusion renace
cuando la ilusion renace
somos como indefensos niños jugando un juego peligroso
en el cual si ganamos perdemos no por comportamiento, es por apariencias,
quizas en la oscuridad el amor no se ve
y quizas en la soledad se va como una repentina lluvia de verano.
extrañamos sus hermosas nubes, y sus hojas cafes, calidas y bien echas
el otoño llega con aroma a florez
que en silencio degollan margaritas por el impetu de sus tristes tardes
quizas el amor no alcanzo la radical idea de acabar con el verano.
La fuerza oculta.
Piel desnuda danzando alrededor del fuego junto a mil sombras ardiendo bajo el sonar de los tambores. Los cabellos se enmarañan dejándose caer sobre la piel blanca y mojada por el licor de los mundos. Las huellas aparecen y desaparecen en cada nuevo paso a la espera de un repetido ritmo candente. La respiración crece con cada latido y en las pupilas oscuras se empiezan a ver mil formas mundanas. Difícil detener, difícil decir no a los impulsos de la pasión encendida por la candela de la sangre, sangre viva y roja que sin piedad recorre cada espacio de nuestro ser. Mil manos me rozan, mas ninguna se ve, mil voces son una mas ninguna se escucha. La expresión del alma se exterioriza en perfectas curvas que meticulosamente bordan cada suave movimiento y la realidad se mezcla con otras y con más. Luces rojas abrillantan los destellos de millones de cuerpos en uno.
De luna a mujer.
Perdona si mi ausencia devora la espera de tu tiempo, si los días caen vacíos por no estar a tu lado, perdona por los años perdidos que preparaste junto a mí pero es que nunca dije querer ser la estrella de tu noche. Pues vagando por el desierto, andando y fatigado, encontré a un caminante dorado como el oro y como yacía bajo sombras mas oscuras que la noche, bajé desde mi cielo a contemplar su suerte, mas vi en su viajera mirada de mil vidas, el hambre y sed de un amor, y yo que era luna, me hice así mujer para ser la justiciera de su destino. Pensé en dejarle marchar, pues valiente se le veía, pensé en que no sería mejor de lo que ya tenía. Y al verme blanca y fría entendí la brevedad de los días sin sol. No podía ser tan pura sin el amor de su alma y viendo sus pasos llegar bajé y le besé. Y mi beso se hizo alma, un alma unida a el, y la sed regaló ríos a nuestro paso. En la tierra todo era distinto, lindo el sueño, mas linda la realidad que ahora forma parte de los dos.
Pims
Me enamoré tontamente de ella. Luis estaba narrando la última anécdota sucedida con Isabel, la chica del Kalentown que juraba y perjuraba no tener hormonas en los pechos… Carlos rumoreaba, bajito, los sones de una canción de Ana Belén… y yo estaba intentando descifrar qué era eso del enigma de los ojos de una bella mujer. Por supuesto que ella sabía que era simplemente imaginación el hecho de que fuésemos tres pilotos de aviación recién llegados de la Academia de Zaragoza y también sabía que nosotros tomábamos a sueño ilusorio el que fuese la amante de un famoso torero y éste le hubiese contagiado tanto el amor por la fiesta taurina que ya tenía previsto debutar como novillera en la Plaza de Toros de Valencia dentro de un mes. No era cierto. Tampoco era cierto que había rechazado un papel trascendental en una película de un director norteamericano que se había prendado de su espectacular apariencia física.
Receta de un mal día
Es primordial acostarse a las 4am, con la misma ropa del trabajo, para lo que se requiere un trabajo nocturno. Levantarse a las 4:45am por los ladridos de un zaguate en la calle, y volverlo a hacer a las 5:30am, seguidamente, se agita el tráfico en la calle y se mantiene un sueño incómodo. A las 11am se vuelve a agitar el tráfico vigorosamente, una vez despierto busco “desayuno”, a mis oídos llegan cucharadas de presión por parte del trabajo y familia, se calienta la conversación hasta que hierva, se pimienta con gestos bruscos y rápidos de manos, se tapa y se deja pasar el tiempo para enfriar. Se pican las “cosas por hacer” y se reparten en el poco tiempo que queda del día, se mezclan y se ponen en una olla de presión. Tengo mi tiempo cronometrado, cualquier retraso se me quema el día.