Mirar un camino, simplemente,
y dibujar el instante.
Eternamente hilvanando palabras con la brisa
y tejiendo con la bruma espejos de oro.
Sobe los pasos del verso
los tesoros se derraman en consonantes iniciales
y verbos vivos.
Amapolas, pájaros cautivos, princesas y sirenas,
dellfines que semejan humanidades perdidas
y serafines cantando sobre cúpulas de luna llena.
Archivo por días: 11 marzo, 2007
Aprendiendo lo principal
Cada mañana, justo al despertar, repaso estas verdades, que me enseñan a vivir y me dicen cómo amar.
Hoy proseguiré mi tarea de aprender a existir, porque cada día siento que estoy aprendiendo. Estoy aprendiendo que no puedo obligar a nadie a que me ame, pero puedo convertirme en alguien a quien se puede amar. Estoy aprendiendo que puedo llegar mucho más lejos de lo que creí posible. Estoy aprendiendo que, aunque mis antecedentes y circunstancias me han condicionado, ahora sólo yo soy el responsable de lo que llegaré a ser,… Estoy aprendiendo que cuando soy honesto conmigo mismo, llego más lejos en la vida…
Chocolate
A mi madre, “una mamá estupenda”.
Tengo una legaña en el ojo y mi madre corre mucho para que podamos llegar a tiempo al colegio. Su enorme culo se bambolea con ligereza, mientras avanza a la velocidad del rayo. Yo voy como cola de cometa a un lado y a otro, pegando saltos atropelladamente.
Mi mamá no es como las demás madres. Mi mamá es una señora inmensa, estupenda, más grande que ninguna madre y de color chocolate. Yo también soy de color chocolate, por eso me llaman en el cole “Chocolate”, a veces también me llaman “negro”, pero la seño dice que así está mal dicho. Mi mamá es lo más. A veces voy por la calle y veo la cara de susto de la gente al ver a esta madre imponente que tengo. En el autobús, un par de culazos bastan para que encontremos sitios donde sentarnos. En nuestra escalera, en el edificio donde vivimos, hay una señora muy antipática que siempre nos mira por encima del hombro. Una sola mirada de mi madre es suficiente para que huya despavorida a su casa.