Si en los años que nos queden sigo pensando en ti, será que sigues vivo en mis recuerdos, y que este amor de verdad es…amor. Cuando los ríos se hayan secado, bastará una caricia tuya para apaciguar este alma mía. Si en los días de ayer supiste entender que yo era la mujer que por ti viviría entonces yo amor, ¿Qué hago aquí pidiéndote que por favor no te vallas nunca?
¿Y porque si cierro los ojos te veo tan de cerca?, ¿ Porque no consigo disipar esta imagen tuya que más que tuya pareciese mía?
Vivo en los 25, cuando tan solo tenía 25 años ¿ te acuerdas amor?. Sentados bajo es sol, bajo el verde de aquellos árboles cómplices de nuestro tiempo. Un tiempo robado, un tiempo alejado de la dura realidad, que alegre al vernos nos regalaba la más sincera de las sonrisas.
Archivo por días: 27 abril, 2007
Gana la guerra, no te dejes
En algunas ocasiones quisiera tirar todo
abandonar todo lo que soy y todo lo que tengo
por que siento que quizá no merezco tanto
o quizá por que es muy poco pero más la primera.
También a veces me siento débil y por eso lo quiero tirar al mar
para que las olas se lleven todo pero
el mar todo lo devuelve y cuando lo hace
sé que no debo abandonar
las cosas por que la vida está en una continua batalla
con cada uno de nosotros,
imagenes en letargo
Mañana, casi mañana de soles tormentosos. sin poder ocultar la vida en los labios.
Arañando nuestro ultimo olor en el ascensor, culpable de mi inocencia.
Reptiendo cada respiracion, cansada por ti, cansada por ti.
Suena una llave, dos zapatos chocan contra las baldosas, En la nevera una nota.
Una cara envejecida por la vigilia, por el despecho, un fuerte dolor,
Suplicas, amenazas.
Descenso de una mano trágica, impotente.
Las rosas no huelen, el calor ya no pesa.
Matar, destruir. te quiero y no quiero.
Mi cuerpo derrumbado, sobre una colcha blanca.
Te prohibo dormir, tengo el mismo derecho que tu.
Lagrimas amargas que sufren por salir. dejaremos las palabras, Mañana.
Cuento Cruel
¡Ya está! Habían decidido, una vez más por mi…Me iban a regalar, por mi cumpleaños, una mascota. Por una parte me apetecía, pero lo peor de todo es que iba ser una ¡sorpresa! Pensé que podría convencerles. No deseaba ni un perro, ni un gato, ni cuatro peces de colores, ni un loro, ni dos tortugas, ni un hámster…¿Serían capaces de captar mi mensaje?
Se me ocurrió seguirles la pista. ¡Ya! Salieron de casa y se dirigieron hacia la tienda de mascotas. Cogí mis gafas de sol, y…sin que se dieran cuenta, les fui siguiendo los pasos.
Llovía y había sol
Llovía y había sol
Cansado de no ser entendido, de no hablar el idioma de casa, Marcos emprendió camino un día lluvioso y alegre a la vez.
Era feliz porque salía de casa en busca de mis amigos, todo parecía ideal, la calle, los árboles la gente y sobre todo mis amigos. Con ellos todos los días era una nueva aventura, una nueva charla, una nueva vivencia…. Era mi energía, mi vida, todos nos queríamos y también nos enfadábamos como en cualquier otra pandilla.