Catarsis (1996-2003)

Sépase que en una época de cómoda queja y silenciosa arbitrariedad con el entendimiento, es un lujo de crítica el nacer cuando las masas populares y no el individuo íntegro e intimista, con un pensamiento lúcido en activo, han rechazado las rebeliones, claudicado de sus derechos, arrodillados ante el Dios de la materia y la propiedad. Sentados en la barra del prostíbulo, cobijando entre las piernas la mamada de un mundo ya jodido.
Dada la condición, consecuencia y circunstancia, Catarsis brota en tierra yerma, lo que da, si cabe, un mayor compromiso social. Sin pretender salvar almas, sí que es un reto noble y digno de arrebato para fusionar, difundir y fomentar la cultura en su máxima expresión artística. La creación nació antes de que llegara el hombre. El tarro de cristal que contenía los elementos básicos, quebró, desperdigándose, formando la naturaleza, Sigue Leyendo...

Tus Letras

Estoy aquí, paladeando el sabor agridulce, casi amargo, de tus letras, viviendo de párrafo a párrafo y de verso a verso los retazos de tu historia. ¡Cuanto expresas en cada palabra!, palabras que forman frases que no son mías ni son para mi. Sin embargo, continúo. Te leo. Aquí sigo. Pruebo a sorbos tu genialidad y recibo un beso de tinta de tu locura. Todo esto lo he vivido junto contigo, recuerdo cada parte por haberla leído mil veces aunque te diga solo un par de palabras cuando me preguntas. Sé. Conozco tus secretos. Eres tan Tú en todo lo escrito que por momentos olvido que todo inexorable avanza al pasado. He vuelto aquí a reencontrarme contigo, con la persona que eras antes y con la persona que eres ahora, quizás encuentre el parecido. Y a pesar de que presumo de conocerte bien, cada que leo las mismas oraciones me surgen nuevas preguntas, nuevas caras de dudas sobre rostros viejos. Y a pesar de que sostengo de hoy tener los pies en el suelo, sonrío. Aun sigo, navegando a la deriva, perdida, en el mar azul intenso de estas tus letras. Sigue Leyendo...

Patio, calma y ciprés.

Patio, calma y ciprés.
El enhiesto surtidor de sombra y sueño
alarga las huellas de los pies.

Hazte amo, hazte dueño
de tu visita cortés
a este mundo pequeño
de lo eterno al revés.

Y el diminuto envés
de la hoja del beleño
se hace infinito a través
de la calma, el patio y el sueño
de la huella y el ciprés.