Bajo hasta el mar desde la mesa donde apoyo la cuartilla donde escribo versos y me quedo quieto con la memoria de todo mi cuerpo sumergida en el malecón costero y prolongo mis voces, con emociones sin tiempo ni espacio, para sentirme una vez más apretado al instinto del latido de las olas batiendo la fina arena blanca de la playa.
Sé que sólo es una traslación de la frontera imaginativa desde mi querida cuartilla llena de versos hacia ese pequeño mar… pero me basta una palabra pensada y escrita entre las estrofas para ser la íntima iluminación del beso de las aguas como una verdad sincera: el destino acuoso de mi vida. Sigue Leyendo...
Al fin me desprendi
de esa carga inutil
de esa cruz que sopesaba
de esta agonia que no se alejaba.
Pude quitarme la venda
y ver la realidad
de esa dura verdad
que ahora me da libertad
Mis maletas estan listas
Ansio el momento de partir
Y esperar ese autobus
Que me llenara de esperanzas
Al fin llego a mi parada
Y estoy esperando sentada
visualizando la llegada
de mi transporte anhelado
No espero encontrarte y te encuentro,
no anhelo mirarte y me miras,
mi indiferencia parece ser tu alivio,
parece ser que te mantiene la ilusion.
A que clase de juego juegas?
esperas que a tus pies me rinda?
o idolatre tu perseverancia perdida?
O crees estremecerme cuando me miras?
Cuando Rimbaud tocó fondo fue en el momento en que sus sentidos quedaron relegados ante el resplandor de lo esencial de sus formas literarias. Y es que, como señaló Leibniz, “la reflexión no es sino una atención hacia aquello que hay en nosotros”. Y es en los sentidos literarios donde nos encontramos con nosotros cuando trazamos líneas congénitas en un papel pronunciándonos en base a los tres arquetipos de principios que Aristóteles dispuso como “contrariedad” (noción sustancial de nuestra forma humana), “privación” (o ausencia de prejuicio interno) y “principio de materia”. Sigue Leyendo...
No podía amarte
Te quise…. Pero…ya no lo lograba.
Felices, quería que fuéramos
Sin embargo nuestras vidas hacia tiempo, que se habían separado.
Quería ser feliz, quería amarte
Fuiste todo cuanto siempre soñé y desee
Pero mi amor engañoso era, tanto para mí ,como para ti.
Intente quererte
Intente desearte
Juro que Intente amarte,
Tanto o más como tú lo hacías.
En silencio me acompañas,
apruebas todo lo que hago,
ni una queja,
nunca preguntas,
solo miras y apruebas,
libertad a raudales
me regalas día a día,
orgulloso de mis logros
te presiento cuando me miras.
Un verdadero amigo, es el que te da consejos, el que te dice cuando algo esta bien o mal , el que te escucha, es a quel , que esta hay cuando mas lo necesitas , el que no te da la espalda , el que no pregunta xq lo isistes si no que te dice como te sientes averlo echo .
No todos somos buenos amigos, hay malos y buenos ,pero eso no importa, por que sabremos quienes son buenos o malos cuando llegue el dia en que habramos los ojos y eso pasa cuando ellos comente un error
Siempre ha sido una incógnita para mí el desarrollo de escenas de lucha entre el protagonista masculino (el chico) y el malo (que suele ser un malvado total), contemplada casi siempre por la protagonista femenina (la chica) sin mover un dedo para acudir a la defensa del chico, que suele ser su bienamado, y ello a pesar de que está en peligro la integridad física y puede que la vida de ambos protagonistas. ¿Es que, en opinión del guionista, del director, del productor, una mujer que agarrara una lámpara, un jarrón, cualquier objeto de decoración de peso, y le atizara un buen golpe al malo perdería sin posibilidad de recuperación esa aureola de feminidad que debe exhibir siempre la chica? Son muy raras las películas en las que ella sale de su marasmo y de su cara de horror para actuar como debe ser. Que me lo expliquen. Sigue Leyendo...
Yo conozco un jardín intenso
donde el tiempo está en los besos
de los cuerpos habitados en las rosas.
La enredadera suave del cabello
de las damas se propaga por la luz
de los labios encendidos en el fuego
y un proyecto de espuma suave
baña el rostro bajo el tenue céfiro.
Conozco un jardín donde restalla
la roja luna del libre aire
y se mezcla con la raíz de las violetas
bajo el manto de la noche nacarada.
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