El claro de la luna traspasaba la ventana como un espíritu violento sin ningún tipo de respeto a la intimidad.
En cada segundo que pasaba, la oscuridad se difuminaba y se mezclaba de una forma insipiente con la poca luz blanca que irradiaba la luna; era enfermizo el ver tan pocos colores adheridos a las paredes como rayones sin sentido alguno.
El aire era asfixiante, rondaba alrededor de mis fosas nasales como un veneno que esperaba justamente la locura de mis labios para así burlarse del reflejo que poco a poco se fue desapareciendo en la nada. Sigue Leyendo...
El latido es siempre un paso ruidoso en medio del silencio de nuestro corazón.
Siempre vemos el mejor camino
que conduce a nuestros sueños
pero solo andamos por el camino
al que ya estamos acostumbrados.
Cada vez que salgo a enfrentarme el el mundo
me consume el temor de equivocarme y fracasar.
Actúo como si estuviera seguro
y de a poco, me voy sintiendo seguro.
Esta seguridad ,me ha ayudado a concretar mis ilusiones.
Tuvieron la visión, un sueño fugaz,pero al final un miedo sordo los detuvo.Nunca comenzaron.Algo las impidió liberar esa fuerza que todos llevamos en nuestro interior y que sólo puede salir cuando nos ponemos en movimiento y caminamos linea recta hacia lo que anhelamos,lo que nos ilusiona.
Se abrazaron con tenacidad, con fuerza.
-Nadie podría separar este momento. La suave brisa refrescaba el encendido encuentro. Las palabras acompañadas de gestos se abalanzaban por sus bocas, chocando con el aliento humeante del frío. La respiración nerviosa, agitada, transmitía a golpes el fuego indestructible e intenso de su amistad; Como el humillo de un sabroso pastel envolviendo la cocina, restregándose por las paredes, flotando por el pasillo, llenando el comedor, entrando en una habitación, perfumando otra, escurriéndose por debajo de las puertas, renqueando en las escaleras, escapando a través de las ventanas, zigzagueando entre los árboles, dulcificando el paisaje.
Así se llenaron sus almas. Sigue Leyendo...
Mírala bien, no te la pierdas…
Está preciosa, bellísima, hermosa.
Me he asomado otra vez a la ventana,
es digna de ver esta noche, está radiante…
Mírala bien, no te la pierdas…
¿Está lejos? Es relativo, la siento cerca…
Tan cerca que las yemas de mis dedos
parecen tocarla, sentirla, acariciarla…
A través del espacio llegó un día,
Floreciendo en mí un deseo.
Tú. Experto, erudito, maestro,
Tus dotes extraordinarias,
Nadie sombra te hacía.
Te fijaste en lo más bajo de la escala,
Un “filón”, dijiste al verme
Encendiste en mí la llama de la ilusión
Impaciente quise aprender de ti.
Con el tiempo decidiste que era suficiente
Y a tu espacio emigraste de nuevo.
Nunca más te volví a ver.
Roto el silencio se inició una verdadera lluvia de palabras que fueron formando un completo Diccionario de sentires y de esta manera se forjó la parte viva de la existencia humana…
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