Silencio.
Imaginando.
Lentitud.
En la tarde.
Nada.
Cesa la luz.
Inicia el movimiento.
O
Archivo por días: 2 febrero, 2009
Gota (pensamiento)
Nota para Only
Quizá nos lleve el viento al infinito
“Quizá nos lleve el viento al infinito” es el título de una novela del escritor ferrolano Gonzalo Torrente Ballester (muerto en la Salamanca de 1999). Un título que me hace pensar en este tránsito temporal que es nuestra estadía por la vida. Quizá sea posible (como dijo el célebre autor de “La saga fuga de J/B”) que el viento nos lleve a ese infinito que presumimos que existe más allá de la muerte.
Al preguntarnos qué sentido final tienen nuestras vivencias, siempre nos encontramos con un corazón detenido (ya sin su sintomático tictac latente), sustituído por unos ojos que no ven y una boca que ya no dice más palabras salvo las que el viento haya dejado incólumes en nuestros libros de vida.
Mientras tú no digas nada…
Se fueron la palabras….. se apagó la luz
Hubo un día no muy lejano en el que se cobijaba bajo el influjo de sus palabras. Las sentía cálidas, suaves, deliciosas.
Palabras que nunca en su vida escuchó hasta conocerle a El. Eran armoniosas, fluían del interior de aquel personaje, tímido, extraño, cercano e intrigante a la vez.
El tiempo transcurría, segura se sentía. Estaba resguardada bajo un palio de sabiduría.
Más nada es eterno. Las palabras se esparcieron por el horizonte, perdiendo ella su acogedora y cálida guarida. Un frío intenso le estremeció. Se apagó la luz que iluminaba sus días.
De la noche a la mañana pasó de estrella a agujero negro. En la negrura va buscando una pequeña llama que alumbre su oscuridad…..
Cae la tarde sobre la espalda de María…
Cae la tarde sobre la inquieta María,
nerviosa se asoma y ve la gente pasar.
Entre la multitud se pierden sus ojos,
no ve la figura que pretende encontrar.
Cae la tarde y aún sigue esperando,
le sobran las ganas, le sobra la fuerza,
decide salir, correr a ese maldito lugar,
no puede tardar, seguro ha de llegar.
COMENTARIOS
Te comento tu texto porque me agrada tu prosa amigo azul
Tus poemas son bellos y llegan hondo amiga rosa
Tus comentarios son dignos de comentarse amigo verde
Todos los colores merecen unas palabras
Pero cuidado el egoísmo se cuela por las ranuras entre los dedos
Y temblorosa la pluma llora.
Si dices guapa
Te dicen guapa
Si dices lerdo
Te dirán lerda
Es acaso que te conocen
El Barrio de las Casas Baratas 3
El Barrio de las Casas Baratas. 2
11 …y la química.
El cuarto curso se me atragantó. No podía con la Química. Nos daba clase D. Andrés Masiá, director del Instituto; un hombre serio e inflexible, perfectamente vestido y de aspecto patibulario, cuya sola presencia imponía.
Las clases eran mixtas y estar con las chicas me aturdía. No estaba acostumbrado a convivir con ellas, y cada vez que me sacaban a la pizarra lo pasaba mal.
Y hacer realidad esa locura…
Salí contenta de mi casa… ¿Qué digo contenta? ¡más que eso! Iba a ser un verano de lujo… me iba a pasar el verano con mis amigas a Almería, de playita. Toda una locura. Preparé las maletas y me fuí a casa de Tere, allí pasariamos a buscar a Isabel, a Esther y a Juanje con el coche. Los recojimos, pusimos la música bien fuerte en el coche y salimos a buscar la fiesta, y algo me decía que la ibamos a encontrar. Fué un largo viaje, De Albacete a Almería. Cuando lleguemos llamemos al dueño del apartamento y nos dió las llaves. Al poco rato llegó Javi y su colega Francisco Javier. Lo recibí con un buen beso jejeje. Por la noche nos arreglemos y salimos todos de fiesta a una discoteca cercana. Todos llevabamos los bañadores asique fuimos a la playa y nos bañemos todos, jugamos un rato en el agua y en la arena, todo iba genial…
Y yo me pregunto….
¿Qué hago yo aquí en este mundo que no es el mío?
¿Por qué cogí este tren del cual no tengo billete?
¿Acaso no hay nadie que se atreva a decirme ¡ Vete!?
No puedo abrir la puerta, salir a buscar mi destino. Alguien la atrancó, le puso mil candados y las llaves al viento lanzó.
_¿Por qué dices esto muchacha?