Renacer de nuevo

De entre las nubes
se abre trémulo
un pequeño rayo de sol
Un ligero y tenue viento
aparece de pronto
abriendo el camino entre ellas
Los rayos se van haciendo mas grandes
cálidos, dorados y envolventes
El lugar se llena de luz
paulatinamente las gentes van apareciendo,

“Cuando el destino nos gana”.

Sonó el teléfono temprano, todo estaba listo solamente había que seguir el curso de las cosas…
Caminaba por la avenida y entonces me detuve en punta del cielo, una cafetería cerca de la plaza comercial después de ordenar un capuchino irlandés especial (soy algo exigente para el café y solo en este lugar preparan esta bebida, cien años de soledad es un brillante pasatiempo en las mañanas grises,) camine hasta la esquina contraria de la cafetería y levante un celular. Mi primera reacción debía ser entregarlo a la persona que estaba en esa mesa y así lo hice, -Se le ha caído el celular tome, (abrió el bolso) no es mío dijo – inmediatamente después sonó y conteste, Sigue Leyendo...

Escucha

No hables,nada necesito escuchar.
Nada me tienes que explicar.

Sin embargo yo ….te tengo que decir
Que tu eres AMOR
Que de las muchas estrellas que hay en el universo, una de ellas eres tu ,
Que tú eres un gran sueño hecho realidad
Y un gran motivo para seguir aquí.

Que No necesito que hables, para saber de tu amor
Pues tus ojos son sinceros y dicen y expresan lo grande que es tu corazón ,
Y con ellos continuamente me demuestras tu amor.

Consuelo

De tremendidad y agonía ensalza
el que por querer ansía una flor
que de pétalos rosas y tallos endebles
busca el consuelo de aquellos
que de morir en la senda
del infierno buscan en otra vida
algo de sensatez que les mueva a
serenar sus conciencias de espíritu
que, de no morir, entienden que toda vida
en el más allá es sólo…..suspiro de eternidad.

Quizás nos lleve el viento al infinito.

“Quizá nos lleve el viento al infinito” es el título de una novela del escritor ferrolano Gonzalo Torrente Ballester (muerto en la Salamanca de 1999). Un título que me hace pensar en este tránsito temporal que es nuestra estadía por la vida. Qizá sea posible (como dijo el célebre autor de “La Saga Fuga de J/B”) que el viento nos lleve a ese infinito que presumimos que existe más allá de la muerte.

Al preguntarnos qué sentido final tienen nuestras vivencias, siempre nos encontramos con un corazón detenido (ya sin si sintomático tictac latente), sustituído por unos ojos que ya no ven y una boca que ya no dice más palabras salvo las que el viento haya dejado incólumes en nuestros libros de vida. Sigue Leyendo...