Entre las cañas del río

Entre las cañas del río
retazos de mí olvidé,
a conciencia o por descuido,
qué importancia ha de tener.
A veces para seguir el curso
es mejor dejar atrás,
lo que nos pesa y oprime
lo que impide caminar.

Entre las cañas del río
dejé tus besos divinos,
porque me quemaban tanto
que necesité respiro.

Gracias a la relfexión

¿Alguna vez pensaste por qué el agua es incolora? ¿y el aire que nos rodea tan exacto e inmutable? ¿por qué el tiempo recorre escenarios, remueve silencios, derriba la paz? ¿por qué somos inexorablemente humanos frente a la ambición de existir, de estar vivos y permanecer? ¿Alguna vez pensaste que no todo puede planificarse?
Cuánto desencuentro rodea las ventanas de quienes intentan medir la existencia con un baremo desconocido e inexperto. El quiebre es inminente. Los vaivenes nos devuelven cada día más lúgubres y embadurnados cuales adornos de anacoreta. Espectros de una órbita desconocida e inimaginada. Animales superfluos.
¿Por qué atrevernos a recorrer el camino que nos devuelve al presente anacrónico de las palabras y su musicalidad? Sigue Leyendo...

Podía recorrer

Podía recorrer con la mirada el cuerpo entero, hasta llegar a la punta de los pies, y entonces volver a hacer ese recorrido �en inverso- adhiriendo los demás sentidos; de abajo hacia arriba y otra vez. Pero sépase, sin sentir el vértigo que producía aquella anatomía sobre un par de ojos desorbitados. Nada tenía que ver con su porte emblemático carcomido por la sal y las noches vivas en desérticos mundos; anaqueles de pintura y confines de algodón; nada se parecía a la alegoría de hoy. Pues no lo era. Aún creía que era de noche cuando se despertó y el sol pareció clavarle una lanza de acero sobre su cabeza. Todo seguiría igual. Así la luna estaría en su sitio, y también el sol en el suyo, los diarios en los puestos, los cafés en las esquinas de la ciudad y las flores en los jardines; Sigue Leyendo...

Historial de tus Máscaras -Parte II-

Entre risas alusivas caminaron el par de cuadras que las separaba del lugar bailable, de hecho, poco recomendable, al que fueron a parar un poco antes del amanecer.
Entraron en ese sauna inmundo de calor humano e infrahumano y mientras una trajo de la barra algo para tomar, en realidad para seguir tomando, la música parecía un grito desquiciado y las luces abrumadoras e intergalácticas.
Allí estaban las tres. Entre todo eso.
Su teléfono volvió a sonar, parecía que alguien estaba afuera�
Ella salió, y no terminó de cruzar el escalón cuando lo vio; enfrente. Remera roja, muy alegórica, de pie al lado del cordón de la vereda, fumando, con un vaso en la mano quizá. Sigue Leyendo...

Historial de tus Máscaras -Parte I-

Sonaba el teléfono móvil mientras ella escribía en una de las ventanitas abiertas del chat. Cuanta tecnología al alcance de la mano, demasiada.
Se levantó de la silla de la computadora y contestó. Caminaba.
Hola?
Era él. Así comenzó.
Aquella voz indescifrable parecía nunca terminar de expresar realmente lo que quería decir, sino -en aquel entonces- muy probablemente lo que ella quería escuchar.
Que tu nombre, que tu apellido, que la calle tal y cual, que la sede del Partido, y que se yo mas bla, bla, bla. Risas y palabras cordiales.
Pudo haber transcurrido una hora de reloj, serían entonces las tres o cuatro de la tarde cuando colgó el teléfono y las letras en la pantalla seguían tintineando. Entonces, en ese preciso instante, ella pareció quedar inmóvil con una sonrisa estúpida esbozada en su rostro. Sigue Leyendo...

Soneto de la luz.

Tuve el honor y el orgullo recientemente de ser la “firma invitada” del amigo Diesel y Wermesei, Voltereta, Fernando y Harmunah en la página web “www.5estilos.es”.

Agradezco a todos la cálida bienvenida.

A continuación el poema con el que contribuí con mucho cariño :

Deja que me pierda en la tersura
de tus pechos, detenido el tiempo
en el hueco de tus miembros
suave senda de la dulzura .