No, no eres lo mejor,
lo admito, me equivoque contigo
y conmigo al creer que lo que
creia era un sentimiento,
y me arrepiento.
Te extraño, claro que lo hago,
y muy constantemente me
atemorizo con mil preguntas,
sin respuestas,
caigo al olvido como
el leve zumbido de
la suave brisa de septiembre.
Os conozco, sé que estáis ahí mirando, oyendo y hablando, pero miráis y no podéis ver, oís y no sabéis escuchar, habláis y no decís nada…
No hay culpables, solo responsabilidad en vuestras manos, tal vez, no la sintáis al evadiros.
No hay culpa, si no silencio.
(Será mi tortura personal, la que me hace imaginar palabras en boca de quién no conozco, de quién sabe que aquí estamos y no sabemos/podemos/queremos hacer nada)
quien pudiera descubrir en tus ojos squivos
en aquella mirada de amor escondido
que ocultas de un hermoso pasado
o tal vez de una herida.
leer con los ojos de mi alma tus pensamientos
esa pagina oscura que me ocultas
y decirte con la voz de mis sentimientos
lo mucho que para mi significas
Tras el cristal, ves la vida…
Detrás ,lo que eres…
Delante, lo que puedes ser…
Y contemplas ansioso,
con mirada de niño
que sueña con nuevo mundo,
que vive cada segundo.
Y miras esa Tierra cercana,
esa que ves
al alcance de tu mano,
Esa que parecía tan lejos…
Tenía la comarca holandesa grandes campos de tulipanes, que forraban la limpia arena, y se entremezclaba con el rojo de sus amapolas. El cielo rallaba los campos con los perfumes de las mariposas y el suave sol mecía sus rayos como si fuera un manto dorado que realzaba la belleza de la región.
En el centro de ellá, había una casita echa de madera de caoba, con sus ventanales, que apuntaban al norte, pareciendo dos ojos que miraban coquetamente la belleza de sus campos. La puerta apuntaba al sur y, en las noches, su madera era acariciada por el suave viento. Al atardecer se podía oír silbar el viento como galán que habla a su amada al regresar al hogar.Sigue Leyendo...
Y yo te llamo Padre y tú a mí me llamas hijo. Pero miro entre las hileras del cielo y no te encuentro. Busco en cada poro de mi piel, en lo profundo de mis entrañas, en los recovecos de cada átomo de mi piel…y no te hallo. Veo las guerras del mundo cernirse sobre nuestras cabezas y debilitar un mundo que creaste para el hombre, y no te oigo. Escucho los rumores de la muerte acercarse a cada individuo, unos mas rápidos al declive y otros, mas afortunados, esperándola con calma en cada casa y…no te buscan.
¿Acaso, Señor, el mundo se ha olvidado de ti? ¿No conciben que el viento y las mareas, el cielo y la tierra, los animales y las personas, fueran creados por ti?Sigue Leyendo...
Julio estaba en la oficina sin hacer nada, estaba como esperando algo o a alguien.
La joven entró en aquella estancia llena de archivos, bajo el brazo una carpeta con documentos y además atendiendo un teléfono inhalambrico.
Julio estaba siendo desatendido, lo miraban con frialdad y cierta indiferencia. De vez en cuando lo señalaban… con el dedo.
Al otro lado de la pared de papel, estaba viviendo Agosto, siempre de vacaciones, con el tiempo a su favor, pudiendo hacer sus cosas con tranquilidad y sin prisas.
El asiduo cazador apuntalaba la escopeta y la apuntaba con excesiva fotogenia hacia el venado que levantaba su vista hacia el firmamento; bajo un cielo que emitía fulgores como único recurso para desarrollar la incompatibilidad existente entre la vida y la muerte.
El asiduo cazador sentía la necesidad de ser perseguidor implacable para romper la barrera de los sentidos.
En medio de cazador y venado un viejo enebro se retorcía de ansiedad y angustia. Ya todo dependía, única y exclusivamente, de que el asiduo cazador apretase o no apretase el gatillo. Sigue Leyendo...
Diminuta la mota de polvo, diminuto el grano de arena, diminuta la piedra del camino, diminuta la gota de agua, diminuto el gorrión, diminuta la alondra, diminuto el niño, diminuta tú, diminuto yo, diminuto el tiempo, diminuta la vida, diminuta la eternidad…
Cada día el mismo gesto,
Busco la luz en tu ventana.
Luz que ilumina mi vida.
Siento que te estoy perdiendo,
Me falta el calor de tus plabras
que dan calor a mi alma
¿Donde te fuiste?
¿ Qué rumbo tomaste?
Presiento que mis preguntas
se perderán a través del tiempo.
Rosendo había cumplido rencientemente los dieciseis años. En aquella casa el ambiente era insoportable, y él ya no podia más.
Con el único que tenía confianza era con Tio Gregorio…
Lo habían hablado, era la única alternativa.
Aquella misma noche Tío Gregorio lloró en la soledad de su viudez, sobre la cama
con tristeza y el sueño preocupado.
(30 años después)
Rosendo tenía ya unos cuarenta años. Todo un sufrimiento en sus carnes y en su mente. Malas compañias y peores consecuencias.
Entre los matorrales
de la ladera hasta el río,
corren camino abajo,
tus sueños y tus suspiros.
Se pierden aunque los llames,
aunque les grites bien fuerte,
porque no quieren dañar
al pecho que los contiene.
Tragicamente lucha
contra la luz nocturna
deja pasar, deja sentir,
tan solo una vez, solu una.
Deja que el color me cubra
los reflejos más soñados, y el
neón recorra la sangre que por ecos
se ha dejado.
Tan solo una vez, tan solo una noche
que el color se sienta en la penumbra,
que la luz de tus ojos pueda mirar de frente;
dejame mirarla tan solo por hoy.
el amor y el dolor
son como dos hermanos, uno nace en el corazon y se refleja en los ojos
el dolor en cambio nace en el exterio, pero se siente en el corazon y se refleja en los ojos al igual que el amor no se pueden ocultar
tus ojos con los mios se miraron
tu boca con mi boca se junto
las brisas para mi no mormuraron
y solo para ti suspire yo
sera dificil olvidar aquel momento
en que tu alma y la mia vivio
en el instante aprendi amarte tanto
que si la muerte impide
voy al cielo y te quito a dios.
no se
pero cuando te conoci
me senti como extrana
que mi corazon se enternecio por ti
no sabia que me sucedia
pero cada vez que te encontraba
y tu me mirabas me sorprendia
que la palides de mi rostro se notaba
de noche dormir no podia
solo pensaba en ti
imaginando que tu sentias
Derríteme
Temor de ti
Agujas danzando
En pos de aquello
Que tal vez en fuego
Tal vez por miedo
Se fue tras de mi
La eternidad
Juventud letal
Que todo lo sabe
Sin saber pureza
Suave
Que no sabe nada
Y no hay nada
Con mayor saber
Despiértate a la mañana,
Bien temprano como todos los días,
Salúdame, irrádiame de tu energía,
Dame tu luz, quiero alumbrar corazones,
Encender pasiones y desatar emociones,
Quiero brillar como tu,
Quiero cantar en las mañanas desiertas,
Entrégame tu calor,
Líbrame de esta frialdad de apariencias,
De esta sensación de olvido,
De este desencuentro conmigo.
Despiértame de lo de siempre
Para sentir la vida…
Guille es un chaval del barrio.Tiene diez años. Es alegre, simpático, y además de ser buen estudiante, juega al tenis de maravilla; como puede constatar todo aquel que se pase por el polideportivo donde se entrena, de 6 a 7, tre días a la semana. Ultimamente anda muy preocupado por un tema: la crisis. En la tele y en la radio se escucha constantemente esta palabra, y los mayores hablan de ella continuamente. Hoy su abuelo Tomás ha ido a buscarle al colegio, y Guille la ha preguntado: -Oye abuelo, ¿tú sabes lo que es una crisis? -Para crisis la guerra del 36, y la postguerra, y la dictadura que vino después. Recuerdo que en el año 38, estando en el frente de Teruel……. -Vale “abue”, ya me lo contarás otro día. Sigue Leyendo...
Quiero recorrer toda la dimensión de tu cuerpo,
y en un profundo suspiro,
hacerte tocar el cielo con las manos,
y entre los dos ser uno solo.
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