La “mala uva” del Cabezón.

Unas muy breves líneas, subjefe de La Red, y terminamos con el tema: ¿qué es tener “mala uva”?. Se lo voy a definir primeramente en alemán: “Miesen charakter haben”. ¿No ha comprendido nada?. Pues se lo digo en español claro y conciso (que la concisión es muy importante en las funciones de un buen periodista): “tener muy mal carácter”. Así de simple. Eso que a usted tanto le define, unido a los celos profesionales, dan como producto una personalidad acomplejada que usa las columnas de opinión (como por ejemplo las de El Comercio, de Quito) para dar rienda suelta a su “mala uva”… o sea, en otras palabras más “psicológicas”: para desfogar la envidia y expresar lamentablemente la baja condición humana en que cae el que trabaja de la manera que usted hace. Saludos y tómese una copa de champán a mi nombre. Chao. Sigue Leyendo...

!!!Clasificados!!! (Misión Cumplida)

Con un 3-0 claro y contundente, la Selección Española de Fútbol S.A. (porque hasta anónimos hay ya que entienden de lo que escribimos y hablamos) acaba de quedar clasificada para la Fase Final de la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010. !Prepara el bombo Manolo!. !8 de 8!. !Menuda “tacada” se dice en el Billar Artístico!. !Ocho de ocho!. !Hay es “ná” dicen los castizos!. Que ni Luis se lo puede explicar… !Ayayayay! se oye en los cinco continentes… !que ahora no viene el Moreno sino la Roja!… !Ay ay ay se debe decir!. Sigue Leyendo...

Alguien tocó el botón (14)

Antes de seguir adelante, retrocedamos (sólo momentáneamente) al tema de los “hippys”. Retrocedamos para saber cómo actuaban. Es fácil. Tengo dos fuentes informativas que demuestran fielmente lo que eran los “falsos” hippys. Una es personal (fuente de campo se llama en Periodismo) y la otra es a través de lo que se llama “fuente bien informada”.

Empecemos por la primera. Sucedió hace años en Suiza. Más exactamente en su capital (Ginebra) y su lago Leman. En el lago Leman nos encontramos con un numeroso grupo de “hippys” que están, todos y todas revueltos, en las escalinatas que existen en dicho lago. Alguien intenta hacerles unas fotografías para realizar un dossier sobre el tema. Sigue Leyendo...

Un día más

Hoy es un día más, lo mismo que otro cualquiera, de estos que olvidas. Es uno más de tantos que vivimos, de los que se quedan en nada. No es un día extraño, ni divertido, ni malo, es un día tonto, absurdo, sin expectativas. Pero estamos a mitad del día y si me apuras antes todavía. Por ello os escribo, porque no puede haber un día olvidado si haces que sea inolvidable. Puede ser por esto o por aquello, por cualquier cosa que te haga sentir, pero debes hacerlo por ti, por tu presente, por tu pasado y por tu futuro ¿Quién eres? adivínalo, emplea tu tiempo en saberlo, así nadie podrá olvidarlo tan fácilmente. Hola, soy Federico y me gusta el arte, siempre pensé que era de una forma, pero creo que soy de otra. Sigue Leyendo...

Carmen

!Cuánto nos gustaba el teatro de don José Zorrilla; sobre todo después de haber bebido un par de vasos de sangría en las Cuevas de Sésamo, de la calle Príncipe de Madrid!. !Y qué bien los pasábamos en el Café Lyon (lejos de los academicistas del Café Gijón donde se reunía Umbral con toda su pedantería de pelotilleros). Nosotros no. Nosotros estábamos en el Lyon imaginando aventuras entre jugadores de ajedrez y camareros que desfilaban entre las mesas, haciendo una especie de slalom gigante entre los contertulios para no tropezar con el gato que siempre se atravesaba en los momentos más inoportunos. Sigue Leyendo...

Don Juan Manuel (epístola)

En la Univesidad el profesor de Literatura, que es del Opus Dei, nos aburre… pero nos aburre soberanamente porque imparte la enseñanza de las Letras como si fuéramos bebés. !Qué manera mas “cutre” de impartir la enseñanza universitaria!.0Es por eso por lo que me voy con Don Juan Manuel a jugar al fútbol para abrir espacios líricos un el centro del campo. Efectiva}ente. Éramos felices tú y yo (Neil y Diesel en el mismo equipo). Pero te lesionaron Neil. Te lesionaron en el momento en que trazábamos lineas centrocampistas con el Libro de Apolonio (tú) y el Libro de Alexandre (yo). Sigue Leyendo...