De repente…

De repente las flores bailan
junto al lago de las aguas dulces
una danza de furtivas emociones
en el ámbito total de la esperanza.
De repente bailan las aguas
con el ritmo de todos los tiempos:
un futuro compuesto de existencia
que se hace presente entre los sueños.

Greta 2 (fragmento)

Greta se acerca al Almendro de la Primavera y, mirándome de frente, rodea con sus brazos echados hacia atrás el tronco de madera de color café…

– Tengo frío, Juan…

Rodeo su cintura con mis brazos y ella vuelve a abrazarse a mí. Siento la suave humedad de su cuerpo calentándose poco a poco y entonces no me queda otro remedio que volverla a besar…

Algo cambió para siempre.

“Algo cambió para siempre”. Las cosas de la vida fue el título de una película dirigida por Irwin Winclker. Quizás un estadounidense nacido en Alemania. O por lo menos un estadounidense cuyos orígenes eran alemanes. Una de las protagonistas de esta película era casada con un magnate que no hacía más que trabajar y nunca estaba en casa… con lo que se perdió estar presente en los momentos cruciales de la vida de su esposa y sus hijos varones.

El actor Kevin Kline estaba divorciado de siu primera mujer. También vivió un infierno por ello par apoder educar a su hijo, otro varón desquiciado por la conducta de su padre. Sigue Leyendo...

atalejo Mundial (04/11/09)

“La amenaza es el arma del amenazado”. He aquí una famosa frase del genial Leonardo Da Vinci que me viene más que “pintada” para hablar del presidente checo, que se cree el más guapo de Europa a la hora de ligar chavalas. Bueno, pues ha tenido que “entrar por el aro” y, por fin, firmó el Tratado de Lisboa (ratificado ya hace tiempo por todas las naciones miembros de la Unión Europea). El hecho se ha producido en Praga (no confundir con Fraga que es pueblo de Huesca). Así que al tal presidente de Chekia se le han acabado las orgías con chicas ( valga aquí la palabra “checo” como perseguidor de “chicas”). Sigue Leyendo...

Continuar la vida

Determinada ocasion codicie
tu escencia pura,
visualice tu figura y tu
cintura trenzada a mi talle.

Abstengo al tanto que dimito
mis descuidos, tanta
fue la belleza de tu piel
en mi cautivo delirio.

Sostengo inmutablemente
el sosiego en mi yacija,
oteo el techumbre durante
deploro mi condicion.

La boda

Bueno. Bien. Estoy aquí, y no pasa nada. O eso dice el espejo.Estoy bien, tranquilo. Quizá no tanto.Está bien, estoy algo nervioso, para que negarlo. Negarlo sería una estupidez, así que mejor lo confesaré: tengo miedo. Mucho miedo, quizá como jamás en mi vida.Miedo ¿Miedo de qué? Miedo de cruzar esa puerta y mirar lo que hay detrás. Sé lo que hay, pero no quiero que pase lo que tenga que pasar dentro de unos momentos. Ojalá me quedara aquí para siempre. Para siempre. Podría sentarme, aquí, delante de mis ojos, eternamente. ¿A quién le importa? No, no quiero que pase nada. De todo menos nada. Y si preguntan por mi, y si quieren saber que pasó, que digan que me quedé aquí, sentado, y que mi vida siguió adelante. Que no pasó nada irreal, ni extraordinario, nada fuera de lo normal. Las horas siguieron contando en el reloj, y no esperé por nada. Y si preguntan que si tuve miedo… me da igual. Digan que sí, que tuve miedo. Pero es que cualquiera tendría miedo. Cualquiera que supiese lo que hay al otro lado de la puerta. Y yo lo sé. Sigue Leyendo...

Greta (fragmentos)

Otra vez la Dama Blanca… pero ahora, lejos ya de ser la joven que deseaba configurarse como mi único Destino, viene transformada en figura maternal…

– Recuerda que yo también te quise…
– Siempre tenemos que elegir, aunque a veces elegir suponga hacer daño.
– ¿Cómo ha conseguido andar?.
– Porque su Esperanza siempre fue la flor del Deseo.
– ¿Cuál es la flor del Deseo?.
– La Fe de la Certeza.
– ¿Cómo ha conseguido ver?.
– Porque su Fe siempre fue cerrar los ojos.
– ¿Para huir de qué?.
– No para huir de nada, sino para soñar la Realidad. Sigue Leyendo...

Desconsuelo

Lloro una marcha que no ha sido
lloro una ausencia que no es,
lloro el no tener teniendo
lloro el sabiendo sin saber.

Me duele haber muerto sin morir,
me duele la soledad sin estar solo,
me duele este sin sentir sintiendo
me duele este escuchar sin estar oyendo

El Caballero de la Rosa (capítulo 4 )

Era ya noche cerrada cuando los 4 caballeros y las 5 damas se reunieron, para tomar licores, en el salón privado del Castillo de Camelot, situado en las cercanías de Glastonbury, en el Somerset galés, próximo al río Avon.
La conversación iniciada por el Rey Arturo era bastante tediosa para las mujeres allí reunidas. Hablaban El Rey Arturo de Pendragón, Sir Lanzarote El Príncipe Valiente (su querido brazo derecho) y Sir Perceval de Gales (su querido brazo izquierdo) de cuestiones de cetrería. Las damas bostezaban y El Caballero de la Rosa sólo guardaba silencio.
– ¿No os gustan los temas de cetrería Sir Joseph Del Oro?.
– Sir Arturo… si no me gusta cazar palomas de día menos aún de noche como vos estáis aquí comentando y aún menos con la cobarde ayuda de halcones. Sigue Leyendo...