Otra vez la imagen de la niña con la flor en la mano en plena autopista sacude mi memoria; ese es el problema porque es común, es normal, por la mañana, al medio día y por la noche.
El tiempo es limitado y nos obliga a no derrocharlo viviendo la vida de otros, y yo debo regresar a mi trabajo.
Dentro del contexto general de lo que estamos llamando tiempo vital, la más negativa de todas sus porciones es el llamado Tiempo Muerto. ¿Y qué es el Tiempo Muerto?. El tiempo más negativo que existe. Yo llamo Tiempo Muerto (y algunos sociólogos estarán de acuerdo y otros estarán en desacuerdo pero no por ello me voy a amedrentar) son esos momentos de nuestras vidas en los que, a causa de nuestro proceder, pasamos de ser Naturaleza Viva a ser naturaleza muerta. Lo voy a seguir explicando usando razonamientos lógicos y dejando, sólo de momento, los aspectos espirituales de los seres humanos (de los cuales hablaré al final de este texto). Sigue Leyendo...
Sueños tristes de hombres necios
que ponen a los amores precios
como mercaderes de carne.
Tienen hambre
y no sienten ningún aprecio
pues compran cualquier alambre
creyendo que son muy recios.
Los alambres por las noches
se rompen en los silencios
y sólo queda el derroche
del dinero y los desprecios.
Y estoy con mi silencio contando esas miles de horas que he pasado en aquellas calles del hambre, del frío, de la soledad… y estoy con mi silencio contando esas miles de estrellas nocturnas que me acompañaron en el hambre, en el frío, en la soledad… y estoy con mi silencio contando esos sueños que viví en el hambre, en el frío, en la soledad… y estoy con mi silencio contando esos cuentos con los que lloré en mi hambre, en mi frío, en mi soledad… y estoy con mi silencio contando esos poemas con los que grité a mi hambre, a mi frío, a mi soledad… Sigue Leyendo...
Si algún día nos faltara la Fantasía el mundo sólo sería una vana existencia.
La vida es una aventura que tiene principio en nuestra imaginación y que tiene final en la eternidad de Dios.
Nuevo pergamino al canto. Escrito en lenguaje bantú. Lo traduce fácilmente Jesús Lloréns que lleva muchos años en estas regiones.: “Las ruinas del Gran Zimbabwe consisten en un extraordinario conjunto de muros de piedras talladas. Se trata de muros anchos, levantados sin mortero, que conforman el esqueleto de una ciudad. Los portugueses supieron de su existencia desde principios del siglo XVI. El primer occidental que visitó el lugar, fue un cazador de elefantes indostano, en 1868. La imaginación de los europeos no tardaría en inflamar, particularmente el novelista inglés sir Rider Haggard, que en “Las minas del rey Salomón” (1885) atribuía la construcción del Gran Zimbabwe a los sabeos. Sin embargo, los arqueólogos acabaron por concluir que el conjunto se remontaba al siglo XIV. Poco a poco se fue abriendo paso la idea de que sus constructores habían sido bantúes, excepto para las autoridades blancas de Rhodesia y de Sudáfrica, empeñados en negar la evidencia mientras perduró su poder”. Sigue Leyendo...
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