Fueron mis padres. Ellos tuvieron la culpa. Crearon el molde donde habrían de insertar sus proyectos preconcebidos, asombrosamente ajenos a mi naturaleza, regida por los impulsos del anhelo. Nada ni nadie, entiéndase bien, podrían apartarme del camino elegido para mi por mis padres antes de mi nacimiento. Querían hacer de mí un Mesías para que al morir se repartieran las gentes los pedazos de mis ropas, y aún de mi cuerpo si fuera necesario, y los esparcieron en cada templo del mundo; no me atrevo a decir templos cristianos porque mi nombre, según ellos, estaba destinado a encabezar la nueva redención de la grey. El plan de mis padres era perfecto como la coartada de uno de esos robos sensacionales. Hicieron el amor desaforadamente el día de mi concepción y calcularon que al finalizar el siglo tendría la edad de Cristo al morir.
Archivo por días: 25 febrero, 2010
EL JARDÍN SECRETO II
No camines sin volver la cabeza,
sin mirar de soslayo el lento acompasar
de la distancia.
Porque tras la bruma vuelan garzas blancas
oraculares movimientos de lunas y silencios.
No te detengas para escuchar
el murmullo dela fuente…
camina hasta el Jardín Secreto,
donde nada es sino el principio del todo.
EL JARDÍN SECRETO
Densidad de palabra oscura
como acorralando al corazón
entre el paso del peregrino.
La mano toca la puerta cerrada
y se extraña de su dureza.
Ansiaba caminar sobre las piedras calientes
y ver el mar transformado en sangre.
Nubes que brillaran sobre el cielo,
resplandeciendo sobre un universo de nácar.
Y presiento los latidos lastimeros
de la vida, de la tarde.
Marinero de rumbos inciertos
Frente al Mar me siento
oteando el horizonte,
quisiera ver tus velas ondear al viento.
Dejé encendida la luz de mi faro,
luz que nunca quisiste ver.
Envié palomas mensajeras
con cartas que no respondiste.
Que pronto me olvidaste dejando mi corazón herido.
No vi que eras el Norte y el Sur,
el Este y el Oeste,
que la palabra Libertad llevas por bandera.
La caja de Pandora (cerrada)
Incórporeo
Ese día hacía calor en La Habana. Por eso la gente se extrañó de su atuendo de invierno. Lo vieron atravesar el Paseo del Prado, rígido como un robot, el portafolio en la diestra. Venía caminando desde el Barrio Chino, pero solamente después de subir y bajar la escalinata del Capitolio, fue que notaron su presencia. Todos oyeron una voz que partía desde la base de la escalinata: “¡Ataja!”. Un muchacho se interpuso en su camino con los brazos abiertos. Pero fue como si lo atravesara un soplo cálido. “¡Ataja!”, repitieron. El hombre seguía adelante. Cuando transitaba frente al edificio del Tribunal, se le abalanzaron un custodio y un policía.
Los múltiples “madriles” (Ensayo) Capítulo 1.
Escribo desde la perspectiva particular de alguien que se crió, creció y maduró en la capital de España (Madrid-Madrid). Madrid es, como todos sabemos, una ciudad cosmopolita y yo diría incluso que, bajo mi perspectiva simplemente personal, es la ciudad más cosmopolita que he conocido. En Madrid, en la Gran Ciudad de Madrid-Madrid donde tantos millones de seres humanos pululan y viven aquí, puedo decir (con total certeza) que existen múltiples “madriles” dentro de ella. Porque Madrid no es una ciudad “unipopular” cerrada en sí misma sin contar los pueblos y zonas cercanos que se han ido añadiendo posteriormente. Se pueden encontrar “madrileños” muy diferentes, tan diferentes como son las zonas geográficas de Madrid. Esta “pluralidad de madriles” hace que Madrid-Madrid tenga una identidad muy singular: un conglomerado variopinto que la identifica y la hace inolvidable para quienes vivimos en ella.
En la Historia se realiza el ser humano. (Dios creador de lo humano).
En la historia el ser humano intenta dar continuidad de su autorealización existencial. Todo accionar humano nos remite a una continuidad de realización, cuya integración constituye el tiempo histórico.
Si nos remitimos a la edad antigua de las culturas míticas, vemos que no hay propiamente una historia; pues el ser humano no se realiza en ella, sino fuera de ella. Las acciones humanas no se valoran por sí mismas, sino que se definen y valoran en función de los arquetipos míticos.
Don Oso el Perezoso (Cuento)
Érase que se era un Don Oso Perezoso al que le encantaba mucho echarse largas siestas y también dormir mucho para no tener que ir a trabajar.
– !Que trabaje Rita la Cantaora! – solía pensar Don Oso porque le gustaba mucho chupar las bolas de sal de las ovejas de su vecino.
Pue bien; ocurrió que al tal Don Oso Perezoso le encantaba tomarse todos los tarros de miel que iba reuniendo, poco a poco, trabajando como hormiguita, Doña Mónica. Los tarros de miel, las botellas de leche, los jamones, en fin, toda la comida iba desapareciendo como por encantaminento.
Personalidad (pensamiento)
La última frontera (Trozo del Relato Por los Caminos del Tren)
Estamos solos. Es hermoso que el tren corra, definitivamente liberado, hacia esa ilusión que pervive entre las algas asustadas por tanta y tan desesperada espera. Es hermoso entrar, desapercibido por los demás, en el envoltorio “azul-verdad” de las mayeúticas y socráticas preguntas.
– ¿Qué buscas? -interrogan los labios de ella.
– Gorriones de mar… -responden los míos.
– !No me equivoqué! -sonríen sus labios.
E, inesperadamente, toda ella se convierte en cristal.