( Para Moon )
Llega la tarde por el cielo, mientras un gato que se ha subido al tejado, se ha quedado echado. Y la vecina, entre la charla de la tertulia me lo vuelve a repetir:
“ Chico, que de tejas para arriba no es del hombre.”
Llega la tarde por el cielo, la panadera está recogiendo la ropa del patio, la ropa está limpia y con buen olor. En el cielo se escucha un rumor.
Y la vecina, entre la charla de la tertulia me lo vuelve a repetir: “ Chico, que de tejas para arriba no es del hombre”.
Cuando tú te hayas ido se quedará la duda vibrando en el vacío escondida en la penumbra… Cuando tú te hayas ido quedará una pregunta flotando en el baldío espacio de la tundra… Quedará una forma de puntos suspensivos en la calma; que sí tendrá respuesta a tu pregunta larga… ¿cuánto, cuánto, cuánto…?, ¿cuánto he existido?… y te responderá el lirio que nace en la mañana con un suave brillo enorme en la esperanza. Cuando tú te hayas ido te responderá la blanca paloma… y el navío que surca el poderío de la marítima jornada. Te responderá el nido de la alondra parda… y el verde olivo… y la mina socavada… y las risas de un niño que juega en la explanada… Cuando tú te hayas ido quedará la duda interrogada pero siempre… siempre… siempre… estará acompañada… Sigue Leyendo...
Empecemos esta Octava Crónica Neptuniana, por aclarar una cuestión futbolera con Don Fernandito “El Merenguito” (que no pasa nada que lo “otro” y sabe él a lo que me refiero lo tengo olvidado desde el mismo momento en que clavaba sus puñalitos “por la espalda”). !Sólo es un repaso futbolero nada más!. ¿Sabes tú si el canario Mujica jugó o no jugó en el Atlético de Madrid?. Pues yo sí. Lo sabía desde que tú eras solamente un “bebé”. !Que miran como beben los peces en el río (Manzanares) que mira como beben por ver a Dios nacido!. !Buenas Navidades nos pasamos en Canarias si señor y para ser más exactos en Fuerteventura!. Pero vayamos a los del Atleti y el canario Mujica. Sigue Leyendo...
Me prometí no hacerlo ni pensar más en ello pero es algo superior que no se puede remediar, estas cosas del día a día me sacan de mis casillas.
Un domingo más me tomo mi tiempo matutino a ponerme al día con la prensa dominguera. En un artículo del periódico local hablan de los recortes (el pan de cada día) que el gobierno y gobiernos locales están decididos a hacer. La clase política, como ya dije un día , se va a recortar el sueldo ¿lo notarán sus bolsillos?….porque los del ciudadano de a pié ya ni existen. Vendemos ropas sin bolsillos !oiga! una ganga. Sigue Leyendo...
La criatura está en la trona.
Su babero recién lavado.
Su sonrisa lo dice todo.
Junto a la criatura, una jaula.
El periquito se mueve de un lado a otro.
Junto a la criatura la jaula, el periquito baliando.
No puede escapar, la jaula está cerrada.
Le criatura mira, la criatura mira la jaula, en su interior el periquito.
La Criatura mira la jaula, su boquita babea de felicidad, su sonrisa no se mueve de sitio, la criatura en su idioma secreto, señala con su dedito al periquito encerrado en la Jaula.
Yo soy la niebla
¿sientes mi beso en tu mejilla?,
¿notas mi boca sobre la tuya roja?.
Sí, yo soy la niebla
que busca eternidad en tu existencia
y mi beso blanco sobre tu boca roja
es un resurgir de flores en tropel.
Yo soy la niebla
y tú la espuma
que surge de la piel completa
del sueño y de la fantasía.
Bonifacio VII antipapa que ocupó el trono pontificio de forma ilegal en dos ocasiones, en 974 y entre 984 y 985.
En el año 974, durante el pontificado de Benedicto VI, aprovechando la muerte del protector de este, el emperador Otón I, el patricio romano Juan Crescencio nombra papa al cardenal diácono Francone Ferruchi que adopta el nombre de Bonifacio VII.
En esta primera etapa sólo gobernó la Iglesia durante seis semanas, el tiempo que tardó el conde Sicco de Spoleto en llegar a Roma en calidad de representante del nuevo emperador Otón II y obligar a Bonifacio a huir de la ciudad y refugiarse en Constantinopla, donde se llevó consigo parte del tesoro de la Iglesia. No obstante en ese breve período hizo estrangular al papa legítimo, Benedicto VI. Sigue Leyendo...
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