¿Se puede ser bueno aunque la bondad falte?
¿Acaso la semilla hueca fructifica?
Te has puesto los diamantes de boda y salido a buscar en la calle lo que en el hogar te espanta el sueño. Tu figura es la de una vela, perfumada, larga y fina, sahumando el Cielo, pero en tí no hay gloria. Más yo te deseo porque eres como yo. Me desgasto los nudillos en la barbilla y me siento al lado de las vías y los bulliciosos caminos, a ver el vagabundeo del sol en el movimiento de la sombra, porque los calores sofocan.