La puta madre(sic)

De seguir por el camino
sin ver nuestros pasos,
llegaremos a la piedra
que nos hara reventar,
de caídos viejos.
O tal vez
nunca tropecemos.
O también,
nunca aprendamos
porque seguimos cayendo.
Igual y ni siquiera andamos:
estamos en la tierra,
revolcándo neuralgias…

El jardín encantado

Uno de los dos movimientos de que se compone “Ma mère l’oise”, de Maurice Ravel, se llama “El jardín encantado”. Es una música relajante y descriptiva de un lugar libre de presiones y de negatividad.

Ojalá hubiera (y pudiéramos encontrarlo) un jardín encantado en el cual penetrar para recuperar las ilusiones perdidas, recoger las palabras que dijimos a destiempo, reanudar los lazos con los amigos perdidos, liberarnos de nuestras pesadas cargas, olvidar los agravios que nos hicieron y hacernos perdonar por los que cometimos… Sigue Leyendo...