Una nota,
un lamento,
un deseo,
un quebranto.
Si ya no puedo tenerte.
Aquí se acaba mi canto.
Archivo por días: 28 febrero, 2011
Lluvia.
Zambú (Cuento Africano).
En el poblado de Zambú todos eran felices. Los tiempos de las guerras y la pertinaz sequìa habían ya desaparecido. Ahora la paz reinaba allí y todos gozaban de la vida. Todos menos Mahmadou porque Mahmadou deseaba a la princesa, la joven esposa de Chibanga, quien había vuelto de Europa no sólo enriquecido sino lleno de proyectos sociales que se estaban iniciando en Zambú. Que Chibanga fuese feliz con la princesa no lo soportaba el envidioso de Mahmadou. Fue por eso por lo que tuvo que intervenir el abuelo.
– Vamos a ver, Mahmadou, ¿qué tienes tú contra Chibanga?.
Setamor (Novela) Capítulo 10.
Aquellos dos meses fueron, en cierto modo, irregulares. La temperatura, aun siendo otoño, se presentó excesivamente húmeda. Llovió copiosamente y la seta, en vez de morir, permanecía perenne, con su color naranja resplandeciente, custodidada por los cercanos arbustos.
Todo era aroma. Los senos de las hembras destilaban arreboles bajo sus silenciosos sueños. Entrando por las calles la lluvia coronaba los tejados y brillaban los colores del arco-iris sobre la superficie líquida de las manchas de gasolina que quedaban abrazadas al asfalto de las carreteras. Tras los pórticos se silueteaban sombras de parejas besándose. Las noches se inflamaban de luna mientras las estrellas iniciaban sus volubles destelleos. Por las mañanas se sentía el estremecimiento sensual del aire inmenso y blandamente ávido. Las tardes se prolongaban, más allá de sus matemáticas horas, contagiando de eternidad la presencia umbrosa del jardín. La seta, en su intensa palpitación, se extasiaba bajo los crepúsculos.