Tarde de Café

Ella dijo en forma intempestiva
-Quisiera estar ya muerta y en el “cajón”
Sin sorprenderme, la miré a los ojos
-Pero tú eres claustrofóbica- musité
¿Y qué?- suspiró- He dicho muerta, no viva
-Pero tú no sabes, ni yo- dije -que sucede una vez que morimos, tal vez conservamos sensibilidad, o conciencia
Molesta, ella argumenta -¡Entonces ya no estaría muerta!.. Ni viva… ¿Que no es obvio, qué sería entonces?
-Indudablemente un “zombi” -respondí, dando un pequeño sorbo
-¡Que desagradable sería! -dice, y de pronto se ríe
Y yo también me río, pero conmigo misma, ya logré sacarla un poco de sus casillas… y traerla de regreso al mundo de los vivos al menos en lo que degustamos el café Sigue Leyendo...