Fontanas y mapacuentos

– Hostias! ¿Habeís visto la luna esta noche?

– Por supuesto, cada que entro al baño miró el espejo, soquete.

– Pero si serás bestia, hombre, yo no sé porque aún vivimos juntos.

– Pues porque en tu casa ya no te quiere ni tu madre, jala.

– Tenes razón, qué mierda de vida. Caray. Anda, pagad la cuenta y marchémonos, que llego tarde para la telenovela.

Piel y escamas

Su piel era extraña
Recordaba pieles de seres marinos
Ser velada imprescindible
La niña pensaba que el velo era su piel
La niña y su piel, fuerte pasión por el mar
La niña y su piel, comía dormía en el muelle
A los doce años piel verde intenso
Cada vez más dura
No hubo sorpresa, hasta en sueños llamada
Dejo el último velo en el umbral
Y repto hacia su mundo…
Por primera vez