GENESIS

Capítulo 1

Allí se extendía el inmenso mar rodeado de dunas y médanos. La arena tibia iba dejando una huella y señalaba un destino del cual nunca retornaría. Todo había envejecido al compás del tiempo, mientras me adentraba en el mar.
Nado hasta aquel lugar, una pequeña boya en cuyo extremo se veían las amarras.
Advierto cierta inquietud en el movimiento de las olas, y una fuerza me lleva hacia el epicentro de un gran remolino.

Risa

Yo, desde luego, me río
Quién será la que escribe?
La que desgrana poemas
se mal-corta las venas
y mata las rimas
Yo soy
Soy Yo
Y sigo riendo
De mí misma

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La Rosa

Avanzan nubes es cierto
Y una memoria de piedra
Añeja añeja que sangra
Es la rosa de la rosa de Vinicius
Es la rosa de la rosa de Hiroshima

Avanzan nubes es cierto
Se arrebujan en los lechos
Y combustión de cristales
Como hilos suspendidos
Como arabescos nutricios

En un momento cualquiera.

En un momento cualquiera entras y sales de mi vida como si un pensamiento blanco se hubiese transformado en una idea de mundos sumergidos en el profundo afán de seguir latiendo este corazón de almanaque donde mi alma desgrana dias y fechas conmemorativas que son los recuerdos que dejas allí.

Azul abrazo

Amor, de las estepas de tu cuerpo, caen todas las regiones de mi memoria.
¿Cómo olvidar tu boca serpenteando mis cumbres y mesetas? De tu lengua en mi centro, de tus uñas erizando mi sangre atormentada. Hablo de tus hendiduras con el lenguaje de almohadones húmedos y arrugados, de susurros guturales, de tus manos en mi refugio, de latidos y temblores.

Nos nombramos sin palabras y somos uno en la noche.

Vi tus labios sangrados, congelados al borde de tu camino y entre senderos de calma, te hablé de un rincón tranquilo, cayeron tus párpados pesados al juicio. Sigue Leyendo...

Se lo dediqué

Siento loco deseo por abandonar mi cama y levantarme dirección la tuya, sin rumbo alguno como cuando andabas entre mis sábanas pellizcando al amor. Quiero levantarme y contarle a la noche como fue aquella tarde y que la envidia le corrompa para traerte junto a mi. Ansio besarte más que nunca y tenerte cerca, pues la vida es puta, pero más putas son las ganas de volverte a ver. Recordar aquellos sueños en los que eras mi princesa y yo tu sapo azul. Jugar con tus manos y mirarnos a la cara. Sonreirte y que me sonrías. Ese olor a moras de tu pelo que tanto te gustaba y nos gustaba olisquear. Volver a verte, poder amarte, y no sentirme culpable de ser yo, ese estúpido que te dejó marchar. Sigue Leyendo...