A duras penas llegamos a entender nuestra autonomía moral y física para actuar de acorde a los intereses previamente planteados en nuestro psique de forma matemática, sin embargo, a veces me discuto a mi mismo: ¿Qué deberíamos plantearnos, ser autónomos, o autómatas?
Archivo por días: 8 enero, 2012
1
Estoy contigo, Princesa.
Doce y media de la mañana. Estoy contigo, Princesa; siempre contigo mientras escribo letras en tu pequeña cafetería. En medio del café con leche, parábola continua de mi existencia, estoy volviendo a manifestar, como siempre he dicho, que detrás de cada número hay una persona diferente y que, lo más importante de todo, es que en el amor noble (el único válido para mí), uno es insuficiente y tres es ya una multitud (lejos…. muy lejos del canto de los “autistas” cantautores). Es por eso por lo que tú, que sólo tienes 16 años de edad y yo, que sólo tengo 18 ya cumplidos, estamos ligados por la Eternidad. Me encuentro envuelto en el trabajo de empezar a escribir una novela que vaya directa y sin trampa alguna al quid de cierta cuestión. Sí. Va a ser una novela.
Año Nuevo
Quería seguir viviendo como si fuese el último día de su joven vida.
Quería vivir el ahora, el instante.
Quería seguir siendo tan optimísta, tan vital…
Contagiar a todas esas “batas blancas” de energía y entereza.
Quería poder caminar sin ayuda.
Poder abrazar sin que su maltrecho cuerpo le doliera al hacerlo.
Deseaba no tener ese maldito cansancio, que ya era su amigo incondicional.
Soñaba y a veces, lloraba….
Nochevieja y de nuevo en un hospital.