Escena romantica 4

Le tenía ante mi y como le había visto hacerlo mil veces cambió completamente su forma de ser para convertirse en otra persona, en este caso Otelo.
Empezó a recitar y yo no pude hacer más que asombrarme ante lo fácil que parecía recitar cuanto él lo hacía, ¿por qué me costaba tanto hacerlo amí, espialmente cuando él estaba delante?

¡He ahí la causa! ¡He ahí la causa, alma mia!…
¡Permitidme que no la nombre ante vosotras, castas estrellas…!
¡He ahí la causa…! Sin embargo no quiero verter su sangre;
ni desgarrar su piel, más blanca que la nieve… Sigue Leyendo...

Sinbiosis

Quiero penetrar en ti
Traspasar todas tus fronteras
La frontera de la piel
La frontera de la carne
Y permanecer siempre así
Siendo la corriente de tu sangre
Formando parte de tus huesos
Formando parte de cada nervio
Quién dice que el amor
no transforma mi cuerpo etéreo.
A la luz de un alba nuevo
uno y uno… no son dos.

Jungonadas freudulentas (II) (Corregido y reeditado)

Refiriéndonos al maestro de Jung, el ateo y malhablado Sigmund Freud, hay que decirle unas cuantas cosillas para que no se vaya de rositas y no tontee tanto con los picos pardos, ya que este filosicópata, aparte de sosaina, aburrido y soporífero, levanta tal dolor de cabeza que hablar de él en momentos románticos a una chavala supone rompimiento total de toda aspiración a salir con ella.

“La interpretación de los sueños” de Freud (su obra más extensa) es una pérdida de tiempo lamentable. Según él, la excitación amorosa depende de ciertos peajes que son transformaciones absurdas. Las transformaciones verdaderas y gratificantes son siempre milagros de Jesucristo (o de Dios en nombre de Jesucristo y a través del Espíritu Santo aunque me llamen por eso antiguo que no lo soy) y no, por supuesto, derivadas del aparato psíquico de las personas… Sigue Leyendo...

Psicosis

Hola amigos de vorem. Recientemente mi novia y yo acabamos de llegar de viaje, nos fuimos a Alemania para que yo pudiera ver a mi familia materna. Nada mas llegar a casa, pasó algo. Una tragedia.

Resulta que el grupo favorito de mi novia es alemán y cantan en alemán, como yo soy mitad español y mitad alemán me ofrecí para ser su profesor en varias ocasiones, una oferta que ella siempre rechazó. En el avión le dije que en los próximos días se arrepentiría de no haber aceptado mi oferta.