La noche en Madrid.

Las sucias arterias de la ciudad
dormitan los sueños de la noche,
un murmullo de solitarias voces
recorre unas vías abandonadas.

El frío neón, cobija la borrachera
del amante triste y despojado,
la losa de la soledad, en su soliloquio,
intenta guardar lo que nunca fue.

Un elefante le contesta al Rey de España.

Has pedido perdón y para nosotros no era necesario. En nuestro mundo no existen “represalias” como en el vuestro. Ni pienses que una manada de los nuestros, pisoteará a tu gente y destruirá tu reino. Así no actuamos nosotros, vosotros, sí.

Somos de la naturaleza, y no sabemos de palabras. Lo cierto, es que mi hermano estaba vivo, y hoy está muerto. Eso es todo.

Me dicen que tu gente pasa un momento malo. Y agregan que gastaste cuarenta y seis mil euros, para matar a mi hermano. Que no lo vuelvas ha hacer, ¿será un acto de arrepentimiento o una profecía autocumplida de que se te acabará la plata?- Sigue Leyendo...

Tierra de pájaros.

Tierra aérea de vuelo ilimitado
y cuerpo adornado de lo mío.
Un suspiro de cielo fermentado
sobre la orilla del corriente río.

Distancia valiente y ardorosa
cuyo rápido y ligero fiel sonido
levanta de la tierra a la rosa
y llena de amor a ese tu nido.