De héroes y cobardicas.

Comenzar a desayunar con una sonrisa sirve parfa iniciarse en la frontera. Nacido en la forntera es poder sonreír hasta los exrtremos de la risa. El asunto es que hoy, miércoles 19 de junio del año 2013 después de Jesucristo, dos perros me han hecho pasar un momento alegre. Porque la distancia entre ser un héroe o ser un cobardica también existe entre los canes.

Mientras un pastor alemán español se convierte en héroe al descubrir una bomba y salvar, de esta manera, a un buen montón de personas, un sambernardo polaco tiene pánico al bajar las escaleras. El pastor alemán español ha recibido audiencia hasta del mismísimo Rey de España. Don Juan Carlos le ha acariciado y el pastor alemán español, claro está, ha sido efusivo a la hora de dar la pata al Rey, pero… ¿qué ha sucedido con el sambernardo polaco? Sigue Leyendo...

Eso digo yo

Y por qué no escribir a estas costumbres
que me tienen resuelto,
al besarte en silencio,
a dormirme sin querer,
a treparte con los dedos cada relieve y hacerlos océanos.

A temerte despreocupada,
a joder en la mesa,
a quererte a sabiendas, de que algún día,
podría dejar de quererte.

A ciertas costumbres

UMDVV

El respeto que quería conseguir lo tenía frito tal vez no tenía los ropajes ni la estatura, ni el timbre grave de voz ni el dinero, ni las medallas o el poder que se necesitan para inspirarlo; en todo caso esto era mejor que querer morirse todas las noches en verdaderas luchas contra sueños apretado a su almohada en agonizantes quejidos que más de una vez lo vieron tirado en un bar de copas o siendo presa de algún inescrupuloso bandido del lugar en el que estaba. La máxima expresión de respetabilidad que un poco lograría es por su corazón de buen cristiano aunque muchas veces negara su verdadera existencia en este mundo terrenal; tal vez terminaría creyendo en que Jesús era real por el hecho de haber propiciado que su filosofía del amor se hiciera carne en las personas o por la esperanza de que esa promesa fuera una única alentadora respuesta a esta miserable miseria en la que todos vivimos – quizás-. Sigue Leyendo...