Los papeles del molino.

– Señor Orcajo, estos papeles no tienen ningún valor.

El señor Orcajo se atusó sus bigotes hitlerianos con ambas manos, como siguiendo el compás de una ópera de Wagner.

– ¡Como me llamo Emeterio Orcajo De Juan que, con papeles o sin papeles, el molino me pertenece por herencia directa y legal!
– Si hablamos de legalidad, señor Orcajo, insisto en decirle que estos papeles no tienen ningún valor para poder otorgarle a usted el molino como herencia familiar.

Al señor don Emeterio Orcajo De Juan comenzaron a temblarle sus bigotes hitlerianos, pero insistía, una vez tras otra, en que esa misma tarde le diesen el certificado notarial de que el molino sólo le pertenecía a él y a nadie más que a él. Sacó un pequeño frasco de coñac y bebió un largo trago, secándose después la boca con su antebrazo derecho. Sigue Leyendo...

¿Para qué queremos tantas fronteras?

Los que dirigen este mundo siguen empeñados en su afán enfermizo -enfermizo afán- de ir montando fronteras como si estuviesen levantando barricadas para hacerse dueños de sus riquísimas producciones. Producir fronteras es la megamanía de todos los poderosos de esta Tierra. ¿A quién le pertenece, en verdad, la Tierra? Estoy pensando en Dios pero hay preguntas que sólo contienen una respuesta. ¿Para qué queremos tantas fronteras? ¡Para nada que nos ennoblezca como seres humanos!

Pero, al parecer, a los poderosos de esta Tierra les entran megamanías extrañas porque, al final de sus vidas, ¿se llevan alguna de esas fronteras a sus tumbas?. Mientras viven no les interesa ser compatriotas de los seres humanos que en este Planeta están sufriendo ni les interesan ser seres humanos con corazón universal. El propósito de todos los que ostentan los poderes políticos del planeta azul es construír continuamente fronteras construidas para luego se cambiadas por otras. Leed la Historia de la Humanidad y os daréis cuenta de este absurdo. Sigue Leyendo...

Madrasa

Todo el tiempo que invierto en ti, es tiempo bien invertido. A través de tus ojos, contemplo esa sabiduría oculta, y el ansia de aprenderla, a través de los mios, se manifiesta fugazmente.
En tu serenidad encuentro conocimiento, en tu respirar sosegado y en el movimiento de tus dedos sobre el aire, objetos y cuerpos, como deslizándose sobre el papel de mi lectura. También tú, atenta y curiosa, aprendes de mi sabiduría. Tus pensamientos son la madrasa* de mis pensamientos, así como los mios lo son para los tuyos. Alcanzando el continuum de energías, de cuerpo a cuerpo, de alma a alma.
Maestra y aprendiz, tu papel conmigo es sagrado, no existe una relación que optimice nuestro conocer ni nuestra felicidad mas que la relación que coabordamos. Sigue Leyendo...