La trágica noticia de la actualidad es la detención del pederasta Antonio Ángel Ortiz, “El Terror de Ciudad Lineal” que se había escapado de Madrid y estaba refugiado en Santander. Un verdadero monstruo (bestia para ser más exactos) que abusó sexualmente de 5 niñas de menos de 6 años de edad (todavía en edades infantiles) y falló en, al menos, otros tres intentos más. Tras un año de seguimiento y persecución ha caído en manos de la Justicia. Fue considerado el enémigo público número 1 de la Policía de Madrid. ¿Qué hacer ahora con Antonio Ángel Ortiz una vez sabido, además, que es reincidente porque hacía una década aproximadamente ya había entrado en prisión por abusar de una niña en edad infantil? Si al cabo de unos 7 años de cárcel vuelve a reincidir… ¿qué se puede hacer con un bestia de esta naturaleza?. Eso es lo que nos preguntamos todos los españoles y todas las españolas. ¿Qué hacer ahora con estre infrahumano que parecía un “angelito” caído del cielo?
Archivo por días: 30 septiembre, 2014
Paco Gento, Paco Gento…
– Paco Gento, Paco Gento… ¿cuándo colgaste las botas?
– Ya no juego, ya no juego al fútbol con las pelotas.
Fiebre de las chapas. Comienza el auge de un juego tan singular que nadie recuerda, en el mundo entero, ver algo ni tan siquiera parecido. Todos luchamos por tener las plantillas más completas y más amplias de cada equipo tanto en lo posible como en lo imposible que se hace posible gracias a nuestras constancias. Rememoro aquel Mundial de Chile donde reunimos a todas las selecciones a través de la “factoría de chapas” que comienza ya con su ascenso hacia el apogeo. No importa si es sábado o domingo, no importa si es festivo o lectivo, la fiebre de las chapas lo arroya todo y se nos convierte en un afán indomable, en un afán desorbitado, en un febril afán que nos hace sudar sea cual sea la estación del año. Es como un tren que no se para en ninguna estación.
¡Vaya tormento de tormenta!
La tormenta que cayó durante la tarde y la noche de ayer, 22 de septiembre del año 2014 después de Jesucristo, más que una tormenta fue un tormento para algunos de los habitantes (hombres y mujeres por igual) en la Región de Murcia (española por los cuatro costados por donde se la mire y no como sucede con ciertos “pedazos” de Cataluña que quiere presentarnos el tontiloco de Artur Mas como “reino” independiente). Lo que suceda con Cataluña es lo que tenga que suceder; pero lo sucedido ayer en la Región de Murcia quedará para siempre recordado por quienes tuvimos la ocasión de verlo y vivirlo. En Molina de Segura, donde estaba yo en plena calle, el tormento fue tan grande que se convirtió en una riada de tormenta con toda clase de aparato. Hasta hubo un momento en que granizó.
Mi Gran Capitán.
Era un puñado de valientes defendiendo la posición. Rodeados por un enjambre de ateos comunistas ellos defendían su Fe. Era un puñado de valientes que iban cayendo, poco a poco, ante el fuego cruel de los ateos que no pensaban más que en imponer su comunismo a fuerza de matar a quienes se les cruzasen en el camino. Pero aquel puñado de valientes se defendían hasta vencer o morir. Fueron cayendo de uno a uno, pasándose la consigna de resistir. No defendían ninguna ideología. Sólo luchaban por vivir y, a medida que iban cayendo, lanzaban a los cuatro vientos un ¡Viva España y Viva Dios!. Se estaba quedando solo porque sus compañeros iban cayendo bajo el fuego infernal de los ateos comunistas. Pero él resistía porque tenía Fe.