Anclado en el interior de mis sentidos
como barco solitario sin rumbo fijo.
Navegante de océanos perdidos
te refugias cual intrépido corsario.
Rotos los mástiles y vela
de tormentas pasadas
de oleadas de corazones abatidos
abandonados en la nada de tu amor.
Y en mitad del olvido,
el silencio se torna vapor
hechizando la noche
llamando a la Luna
recordando placeres que ya no vendrán.
Me hundo en el abismo de tu cuerpo
te miro….. me veo en tus ojos,
y siento en cada poro de mi piel
la frescura de tu aroma a salitre y aguamarina.
precioso compañera, un beso
Hola Wersemei,
gozando de tu poesía te mando un abrazo.
Ya te lo he dicho antes y te lo repito: cada vez mejor tu poesía. Se nota que, además, has ampliado los conceptos, el vocabulario… en fin, todo.
Aleluya, Wersemei. Tu amiga, un beso, Carlota