La frases se aturullan en mi cabeza y mis dedos se chocan torpes contra el teclado. Necesito escribir como siempre que he estado mal lo he necesitado, pero esta es una de esas veces en la que tal como vienen los pensamientos se van después. Tengo muchas cosas que decirte o tal vez no. No lo sé, porque hay muchas no, muchísimas cosas que no entiendo. Lo que quizás puedo saber, aunque eso no quiere decir que lo entienda, es que esto se acaba. Termina y quizás sea el primer punto y a parte de mi vida, ya que el día siguiente de ese final podré decir que es el primero del resto de mi vida, y aún no me veo con fuerzas para afrontarla.
Si algo me ha quedado claro en mis años de vida es que el ser humano necesita amar y ser amado, y que la gente que carece en ocasiones de esta necesidad me resulta admirable porque eso muchas veces les ahorra sufrimientos. Y yo ahora mismo estoy sufriendo mucho.
No he recibido tu cariño -diría que- nunca. Nunca he sentido hacía ti un sentimiento que no sea el de enfado. Los recuerdos que me dejaste de haber vivido conmigo ni si quiera son agradables -creo que sólo puedo recordar un gesto tuyo amable-. Pero sin embargo estoy sufriendo mucho. La razón que me cabe pensar es que llevo toda la vida esperando a que hicieras algo para que ese enfado que tenía se fuera, pero no lo has hecho nunca. Y esto se acaba y no lo has logrado. Yo pienso que cuando algo se quiere de verdad se hace lo que sea por conseguirlo, y si no se consigue es porque no se ha querido lo suficiente, asi que no sé si debo pensar que no lo has querido lo suficiente, o si ese puto orgullo que ya he visto cegar a otras personas, es quien te ha impedido a ti hacer nada.
Quizás llevo toda la vida esperando tu cariño y yo no lo sabía. Y ahora es demasido tarde para empezar a darlo.
Nunca imaginé que podía llegar a sentir paz al abrazarte en lugar de repudio, pero sí que la sentí.
Ya sólo puedo pensar cómo hacer para que los ratos en los que me sea posible te olvides de lo que te come por dentro y puedas sonreir; esperar que el día que te tengas que ir lo hagas en paz, que de la forma que sea me hagas llegar el amor que nunca me has dado, y que si la Fe que siempre he tenido no ha sido errónea, me puedas cuidar desde donde vayas a estar, todo lo que no me has cuidado estando aquí.
Nunca has estado realmente conmigo pero aunque fuera a tu manera sí estabas y ahora se me hace muy duro saber que quizás no pueda tener ni eso. Si tu partida está tan cerca como parece, solo espero eso de ti, que donde estés cuides de mi como no lo hiciste antes.
No pretendo enterrarte en vida, asi que no ha lugar a despedidas.
Escribir esto, o escribirte esto, solamente es mi consuelo.
Un comentario sobre “No title”
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Bonito texto. Sólo puedo decirte que el consuelo forma parte del aor cuando el amor es verdadero porque detrás del consuelo viene la conclusión feliz. Buen día.