Eres tan detestablemente positiva
Que no me dejas traer en la cabeza mi nube de lluvia
Ni rumiar mis penas sin sentirme culpable
De despreciar la simplicidad del optimista
No entiendes que a algunas nos gusta
El café negro, el atardecer a solas
El libro en la mesa y las flores marchitas
Esas que nos cuentan viejas historias
Me ha encantado tu decir, me ha hecho pensar en esas personas cuya sonrisa es la propaganda de un libro de autoayuda permanente, de positividad impostada, saludos marchitos.
¡Qué bueno leerte de nuevo Dinora!. La negatividad se vuelve positiva cuando poenemos boca abajo la literatura. Un beso amistoso amiga mexicana.
Dinora. es un goce poder leerte de nuevo. Siempre tan directa y sutil a la vez.
Un beso amiga.