poema

Se me va el alma tras la palabra escrita
y los pensamientos queman
mis sienes ya marchitas.
Se me va el alma toda tras el dolor de ausencia
y el aire se remece de angustia y de tristeza .
Se me va por el aire este poema triste.
El ambiente se llena
con la pena del día
y al caer la noche las estrellas transitan
cubriendo los espacios
en loca algarabía.
Se me va el alma entera en escritos borrosos
y el corazón suspira
pleno de sentimientos
y al guardar mi cuaderno,quedamente,tranquila ,
mis lágrimas van bañando
sus tapas amarillas

2 comentarios sobre “poema”

  1. Muy bueno el ritmo del poema. A mí, particularmente, no es que no me importe la rima (a veces rimo mis poemas y a veces no) pero siempre creo que una poesía debe tener ritmo de poesía y ésta lo tiene. Más allá de las reglas académicas se es poeta o poetisa liberados cuando somos capaces de transmitir no por medidas numéricas de sílabas sino por golpes del corazón. Y en este poema veo una cantidad grande de golpes de corazón que has sabido ordenar para dar ritmo a todo la composición literaria. En cuanto a su contenido me gusta, sobre todo, ese aire de melancolía que le has dado al poema y esa especie de suspiro que al final se queda enlazado en tu cuaderno de vivencias. Sí. Me parece buen poema.

  2. Hola Bertalis, me gusta mucho las metaforas, tienes una forma original y fiel de escribir de sentir, y comunicarlo. Un saludo a la distancia, me gusto tu poema. Seguí escribiendo, para seguir leyendote!

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Poema

No. Negación de palabra.
¿Quién rompe el ritmo acelerando el paso?
Una sumisión de ejércitos cautivos de la rima
se derrumbar célibes.
¡Naranjas de la China!
En una esquina
un ciego canta requiebros de amor desesperado.
Pasado que se pesa sobre una mesa,
esclavo de habladurias y gentilezas,
pobreza de decires….
Los Fakires del verso juegan con las espadas.
Un poema roto, desgajada, casi a punto de morir.
No. Decir…no impide.
Luego sigue.
Luego intenta.
Luego revienta el No
y avanza entre sus cenizas.

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Poema

¡Cuántas palabras, a lo largo del tiempo,
os sirvieron para presentar los nombres,
el conocimiento de los números, los colores,
el atarse bien los botones de las batas!
Los pétalos de las flores!

¡Cuántos silencios interiores;
porque este oficio es de aguantar
y de aguantarse,
os hicieron explicar, una y mil veces,
el giro de las letras, la escritura coherente,
la lectura ausente,
llegar a ser conocimiento y persona.

¡Cuántos rostros se fijaron en los vuestros
y os recordaron al pasar la calle,
en cualquier encuentro inesperado.
Porque este es oficio que se hace
Entre miradas perdidas y memorizando ausencias.

Nadie se detiene a parar un cauce;
¡nosotros lo hacemos! Y es inevitable,
Somos todo y para todos,
En este oficio, en este arte.

4 comentarios sobre “Poema”

  1. !Cuántss palabras, grekosay!. !Cuántas palabras cruzadas entre los humanos para sentirnso y hacernos!. Somos todo y somos de todos y para todos. El cauce de tu interioridad es un encuentro inesperado para mi memoria. !Espléndido, compañero del Vorem!. !Espléndido y adelante!.

  2. !Estimado compañero del Vorem!. Suscribo lo dicho por Carolina. !Cuántas palabras llevamos dentro de nuestro propio sistema existencial!. Somos palabra hasta en el íntimo segundo del silencio, en esa pausa en que nos detenemos para reflexionar. !Cuánto diálogo vorémico llevamos ya entrecruzando continuamente para sentirnos partes del todo inevitable!. Memorizando, sí, grekosay, memorizando presencias inesperadas y ausencias recordadas… Y la vida sigue con miles de explicaciones válidas y valiosas que van desde lo quimérico hasta lo verosímil en esta alquimia vorémica de textos presentes como diálisis para la transmisión de la palabra.

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