Sobre el frutero las frutas sin cielo,
calladas y quietas.
Frutas de verano, engañadas unas,
recogidas todas,
frutas de colores como mil palomas.
Sólo una naranja de piel de terciopelo
melancólica llora la ausencia de cielo.
¿Quién quiso dejarte tan sola?
Y en su silencio, la naranja implora
regresar al árbol donde el sol adora
ser piel e iluminar su origen.
sobre el frutero las frutas se ausentan,
escanpan corriendo
para regresar al árbol de donde vinieron.