Por tus dulces manos

Por tus dulces manos
rodó la pelota
botando en el suelo
una vez y otra.
Por tus dulces manos
se cayó el pañuelo,
doblado y sin llanto
se quedó en el suelo.
Por tus dulces manos
pasaron las mías,
dijiste, callando…
que estában muy frias.

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