Hay quienes dan con alegría y esa alegría es un premio. Lo dijo Khalil Gibran. Yo, en su día, también escribí lo siguiente que sigo planteando como mi vigencia actual:
Cada segundo de nuestra existencia no sólo es trascendental porque es irrepetible sino que también lo eInicios, y esta es su mayor grandeza, porque es en un segundo determinado donde nos ocurre la dicha, la desdicha, la alegría, el dolor… y es en ese segundo, si pudiésemos congelarlo en la Cámara del Tiempo, la fotografía inédita que, pasado el tiempo, al contemplarla, nos hace rememorar aquella dicha, aquella desdicha, aquella alegría, aquel dolor… que tan sintomático fue en nuestro pasado, que tanta importancia tiene en nuestro presente y que tanta trascendencia tendrá para nuestro futuro…
Medimos mal la edad. No deberíamos ir cumpliendo año tras año -es una medida en la que ocurren demasiadas cosas para poder configurarnos de tal o de cual manera- sino que deberíamos ir cumpliendo segundo tras segundo… auque algunos dirán que entonces tendríamos que estar continuamente celebrando fiesta..
Pues sí. Eso es. Ojalá estuviesemos celebrando continuamente, segundo tras segundo, la fiesta del vivir. Fue en un determinado segundo en que un hombre o una mujer inventó el fuego… fue en un determinado segundo en que un hombre y una mujer se miraron a los ojos para sentirse enamorados… fue en un determinado segundo en que logramos alcanzar un sueño hecho realidad o también se nos desvaneció un sueño para entrar inmediatamente en nuestro anhelo, al segundo siguiente, un nuevo sueño por el que luchar…
Sí. Deberíamos estar celebrando segundo a segundo y no año a año nuestra pertenencia a la clase humana. Para ser más consolidados en todo nuestro quehacer.
Ese es el don llamado Alegría. Un don cristiano de Dios para quienes creemos en que la Felicidad siempre empieza por Fe.
Siempre es un premio una sonrisa Diesel,siempre.
Sin duda la alegría hace más llevadera la vida, que no es un caminito de rosas,
precisamente.
Sin ella, que quedaría?
Un abrazo
Gracias Marian por tus palabras. La verdadera Alegría no se mide ni por nostalgias ni por tristezas sino por deseos de vivir y, en esta lucha que dices tú (y yo estoy de acuerdo) que no es un caminito de rosas, siempre tenemos las oportunidades, segundo tras segundo, de seguir sintiendo la Alegría en nuestro corazón. Quienes nos quisieron hacer daño no sólo no lo consiguieron sino que nos elevaron más en esta gloriosa aventura de vivir. UN BESO AMISTOSO, MARIAN.
La Fe sustenta todo don Amigo; la alegría, la esperanza y el amor. Sobre todo el amor que es más que humano; mmmmmmmm me gusta eso de celebrar la alegría de vivir. ES un hermoso texto Diesel.