Y por qué no escribir a estas costumbres
que me tienen resuelto,
al besarte en silencio,
a dormirme sin querer,
a treparte con los dedos cada relieve y hacerlos océanos.
A temerte despreocupada,
a joder en la mesa,
a quererte a sabiendas, de que algún día,
podría dejar de quererte.
A ciertas costumbres