A los 25 ya no te enamoras. No de verdad, no como las primeras veces. Por que la ilusión y la inocencia se rompen. Y cuanto mas consciente eres del mundo en el que vives menos real es el amor. Y eso, eso es terrible.
Las lagrimas no saben igual, el corazón ya ni se te rompe. No se te estremece el alma. La risa no se esconde caprichosa en miradas ingenuas. Apenas tiembla el pulso ya a esas alturas. Y el nerviosismo se va corriendo tras lencería barata.
Nos frivolizamos, es así, y ya no nos apasiona igual la idea de volvernos locos. Buscamos un amor mas maduro, mas sostenible, mas estable. Pero ¡Por el amor de Dios! el amor no puede ser sostenible, ni estable y ¿en que mundo cabe que sea maduro?
El amor es elixir de eterna juventud. El amor es la locura mas grande de la que nunca nos arrepentimos.
Pero un día se nos escapa, espero que no a todos al menos, pero se nos escapa. Dejamos de ser niños, de ser inconscientes.
Por eso no quiero enamorarme ahora, por que ya no será de verdad, al menos no para mi. Quizás la racionalidad le esta pudiendo a la esperanza. Pero soy demasiado consciente de que este mundo se viste de oficina y cafés con sacarina, de supermercados, de nominas, de sueldos y números rojos. En un mundo así no cabe ser irracional, no sobrevives si no esta todo bajo control.
Pero tranquilos, estoy buscando una salida, por que algo dentro de mi aun no ha muerto, aun queda un ápice de luz, de inocencia, de esperanza. Buscaré una alternativa a este mundo envasado y etiquetado. Sobreviviré con lo único que hoy en día es insostenible.
Y sé que me llamarán loca, y no lo entenderán, que me señalaran con el dedo, lo sé. Pero después de ese sacrificio espero encontrar un amor que duela tanto como ame, que quite el aire, el sueño y las ganas de vivir. Que rompa con lo estipulado, que apasione, que ate y que pese, que me eleve al mas infinito de los placeres y que me trastoque, Quiero sufrir un amor intenso, enfático, profundo y enérgico.
Así cuando señalen el error que cometí al huir de este mundo, solo tenga eso, un inmenso amor, para no arrepentirme.
Muy bien escrito y profundo. Sirve para reflexionar, Y reflexiono. No solamente puede existir el amor profundo y verdadero (y de hecho existe) a los 25 años de edad sino que también a los 35 o a los 45 o a los 55 etcétera… porque el verdadero amor es esa ingenua existencia que olvida las edades y se queda con el sentimiento puro e infantil. Puedo ser infantil pero estoy enamorado de verdad y no he perdido la ilusión apasionada del primer amor. Particularmente (y huyo de la generalización porque todos no somos iguales) me he casado con mi primer amor. ¿La edad? La que quiera cada uno asumir. Así que tu texto me ha encantado de verdad pero asumo que soy de los que aman a su primer amor siempre y para siempre. ¿Otros amores? ¿Qué son los otros amores? Dejo pasar el tiempo y descubro que la verdad está en la chavala con la que me casé y con la que vivo el primer amor de mi vida. Un saludo cordial y amistoso de parte de un chaval de 18.
No me quita el sueño el pensar.
No me quita el suelo el sentir.
No me quita el sueño caminar,
No me quita el sueño dormir.
Donde escribí “suelo” por supuesto que quise decir “sueño”. Así que repito ya corregido:
No me quita el sueño el pensar.
No me quita el sueño el sentir,
No me quita el sueño caminar.
No me quita el sueño dormir.