Seis y media de la tarde,
grises nubes invadiendo el cielo
con su oscuro y triste velo.
Leve rastro anaranjado del Sol
en el lejano horizonte,
presagio del final del día
y del llegar de la noche.
Fresco viento revoltoso
juguetea tan airoso
meneando a su antojo
cables, árboles y matojos.
Cánticos de cercanas golondrinas
que con el negro manto
se esconden de su rutina.
Atardecer de Enero,
pronto vendrá Febrero,
tu amigo y tu compañero.
Y tú quedarás atrás,
esperando un año más
el volver a sorprender
con viento y frío otra vez.