-¿Vienes…? – Le pregunté…
-¿A dónde..? – Me dijo ella suavemente…
-Da igual a dónde… ¿yo solo te pregunto si te vienes? – Le dije con una sonrisilla de malicia…
-Claro que sí… – me dijo ella con esa voz dulce- porque a mi me da igual a donde me lleves, me da igual si es lejos o es cerca, me da igual si es malo o es bueno… ¿por qué le preguntas a mis pies a donde van, si tu sabes que ellos solo siguen los tuyos?…
Yo sonreí… me levante… y le tendí mi mano… – Vamos pues…
Estas hecho un ligón