Viento en mi cara,
sal en mis labios,
en mis ojos
tu inmensidad.
Bravo retrocedes
cogiendo impulso
golpeando la roca con pasión.
Podría explotar
y contigo fusionarme.
Podría desintegrarme
y ser granito en tu arena.
Podría echar a volar
y acompañar el vuelo de ésa gaviota.
Tú
salpicando vida.
Yo
aprovisionando el alma.
Me desperté repentinamente, movido por una extraña y poderosa sensación de inestabilidad gravitatoria. Ví entonces la breve nota en el velador. !Ven!. !Corre!. !Te necesito!. Y salí corriendo. Alguien me necesitaba con urgencia irracional. Y cuando estaba ya en medio de la calle corriendo sin cesar me dí cuenta de que no sabía absolutamente nada de quíen era quien me necesitaba, absolutamente nada de para qué me necesitaba ni adonde tenía que acudir. No sabía absolutamente nada de nada pero yo corría… seguía corriendo… corría de la misma manera irracional que todos los demás. Todos corríamos sin cesar.
En la infinita y oscura soledad de la noche
te necesito….
En la doliente y triste amargura de mi vida
te necesito…..
En la apatía y aridez de mis sentimientos
te necesito…
En la fragilidad de mi cuerpo y mi alma
te necesito…
En el devenir de mis sueños
te necesito….
En el maltrecho recuerdo ya perdido,
te necesito…
Si, solo con mirarme a los ojos,
supieras que te necesito,amor,
y no te tengo…
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