El placer tranquilo del viejo sillón,
un libro,
la taza de café a medio beber
y el tiempo que pasa
con su lentitud de cura
de sotana negra.
Un niño corre,
afuera,
la madre pasa,
y hay risas de muchachas
que se oyen agudas,
pero no se ven.
Quietud, un clásico
en mi regazo,
y mi taza apurada,
en el fondo, un resto.
Simplicidad© Onlythebestones 2008
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
Comencemos por crear nuestro propio sentir la vida. Quizá nos sea suficiente haber reconocido en un momento una ocasión para palpar nuestra sensibilidad. ¡Estamos vivirvos gracias a nuestro proyecto, a nuestra voluntad de hacer de un algo un “todo”! Seguiremos unidos a la realidad, a la existencia, pero…seremos capaces de dar a una piedra el valor de un cosmos inmenso. En ocasiones nos resultará extraño, pero es bueno abandonar las rutinas innecesarias en busca de la creatividad vital. Mirar es un diálogo. Estamos viendo el único esquema que creemos necesario y justificable, y razonamos su prsencia. En algún momento…habrá que decir ¡No quiero! Llamar a las puertas de nuestro ser interior y pedir refugio entre luces, papeles de colores, semillas de magnolia, piedras, caballos en las montañas, setas, o gorriones con vocación plena a la fidelidad. ¡Ese es el instante de las cosas pequeñas! ¡Ahí…podemos transformar, entre todos un mundo programado y gris!
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
El tranquilo musiqueo de las cosas sencillas tomadas con la serenidad clásica de una taza de café bebiéndose entre la mansedumbre de las horas. Tu bello poema recuerda tardes festoneadas por los lejanos ruidos de los seres vivientes que no se ven pero que laten alrededor de la taza. Y al final queda siempre un resto de nostalgia. !Un abrazote, Only!. !Qué bueno que regresas!.
Gracias, Diesel. Una taza de café es siempre un momento de revelación.
Gracias por ese abrazo de bienvenida. Muy fuertemente correspondido. 🙂
Me gusta tu poesía sencilla, de imágenes hiladas con certeza y delicadeza, hace poco recordé aquella poesía tuya de la retirada al descanso de la poesía y he vuelte a releerte. Tienes acento e idioma propio, un saludillo!
Tu poema transmite serenidad en todas sus líneas. Esa serenidad que es tan completa a veces que sólo con tenernos a nosotros mismos es suficiente. Y la vida pasa a nuestro lado, la oímos pasar, pero como con sordina.
La paz del silencio interno.
Un saludo.
Añoro la simplicidad de la que tan bien hablas en estos días en los que el tiempo parece ir más rápido de lo normal. Pero, aun quedan tardes para una buena taza de café y una ventana abierta hacia el exterior.
Me gustó mucho Only.
Gracias a todos por vuestros comentarios y por compartir conmigo este momento de quietud y de café. 🙂
Saluods Only:
Hay una tensión en el oema que se armoniza. Me invita a recordar ciertos cuadros austeros del cubismo, pero cargados de un profundo contenido. Cada elemento que citas, cada imagen, el ritmo hacen inconfundible la presencia del objeto y el momento. Un saludo.
Si, hay cierta tensión pretendida entre la primera y la última estrofa, que envuelven con su quietud, enmarcan como una ventana, a la vida que pasa bulliciosa en la segunda estrofa.
También hay cierto simbolismo personal en los objetos, en el ritual del café, el libro, el sillón.
Me gusta detenerme en el momento, casi, casi, de “revelación” y me encantaría pensar que se transmite la intensidad con que es vivido.