Hoy sabía que sería un día límite para mí.
No he podido dormir en toda la noche pensando que hoy se podía abrir una nueva etapa en mi vida que me ayudaría a conocerme y a conocerte mejor.
Era y es un momento muy importante para mí, es irremediable pensar en toda esa situación que me hace sentirme así. No puedo controlar ninguna de mis dos personas, una que me dice es la oportunidad de mi vida, si que puedes, ella te va a ayudar, estarás bien, no puedes hacer más y otra que me dice, no puedes, nunca has podido, crees que ahora sí, pero no podrás, no te engañes, no vas a ser valiente, y te va a venir grande.
Ese mensaje por una parte me ha producido una tristeza muy grande, lógica, aunque comprensible como ya se aclaro este viernes. Es muy importante para mí!!!! Pero por mi otro lado oscuro he sentido un alivio de enfrentarme a esa situación, es así y siento que debo escribirlo y reconocerlo.
Solo decir que podrá más el querer estar contigo, el descubrir cosas y el intentar ser feliz junto a ti, que el miedo a no serlo cueste lo que cueste.
No me importa todo lo que tengo que pasar para lograrlo estoy acostumbrado a sufrir, aunque el sufrir me va matando, seguiré sufriendo por ti.
. No hagas sentir responsable a una persona de tu felicidad. Ella está pasando por la peor etapa de su vida. Lo último que necesita es eso. Ella necesita muchas cosas que tú no le puedes dar, porque tú no te las puedes dar a ti mismo. Ella sí sabe que la llave la tiene uno mismo y anda buscando la suya. En sí misma. La solución no está en otra persona. Sufrir no mata, sólo te hace más fuerte. No tengas miedo de sufrir. Cuando sufras piensa que, aunque no ves salidas y todo se amontona en tu cabeza, estás dando un paso sin darte cuenta. Sólo te falta tiempo. Tiempo para sufrir, tiempo para aprender y tiempo para tener paciencia, no te eches para atrás cogiéndole más miedo al sufrimiento. No digas “junto a ti”. Léete el libro para ayudarte a ti mismo, sino, nunca podrás ayudarla. Y si no puedes ayudarla ¿Para qué te va a necesitar?. Lucha por ti y para ti y pídela consejo si crees que lo necesitas. Pero ayúdate primero a saber conocerte y querete. Sino, no aprenderás a querer a nadie.
. Para amar hay que conocer. Sin conocimiento, no hay amor. Cuanto más conoces más amas. Nosotros podemos conocer a los demás en la medida en la que nos conocemos a nosotros mismos. Si no nos conocemos, no sabremos ver en los demás las cosas malas y buenas que tienen. ¡Es así!. Cuando te conozcas lo suficiente como para amarte, podrás amarla a ella. Cuando llegues a eso es cuando deberás plantearte el “junto a ti”.