“Si quieren ver el infierno, entonces ábranle la boca a un muerto, no importa la bestia, solo háganlo, en esto coinciden los materiales, en el infierno.”
Si parecen derramadas con las manos, las cabras recortan la estepa con sus cuernos heredados, sus cuernos de fuego viejo, forjados en la fragua de los abismos, de allí parece que bajan déspotas, a hacer justicia con sus pupilas horizontales.
Por que son las señoras mal vestidas de la tarde, las overas, las negras, las policromaticas; las que sacan notas a la tierra con sus casquillos biselados, mientras balan ese llamado al miedo de los angeles, que escapan alborotados, chocandose unos a otros como estampida que levanta plumas blancas siendo bandada.
El cabrio es inexplicable, es sublime como el ruido de su ramoneo oseo, como sus vientres llenos de todo el mundo. Cargan manchas de cruz en sus lomos, como ironia protestante, denuncia descarada, y entonces yo las amo como a nadie en el mundo, mas que a todo, mas que a mi vida nematoda, y es que ellas han prometido decirme la hora de mi muerte.
Son misericordia en la carne, un poema cuadrupedo, que se sirve de las hierbas mas duras de la estepa, un ser capaz de besar con la lengua la insolencia de las espinas en los cactus del universo.
Las cabras son la penumbra de nuestras ideas mas brillantes.
Impacta por lo que tiene de infernal. Las cabras son la penumbra de nuestras ideas pero no estoy de acuerdo en que esas ideas sean las más brillantes. Tu texto es muy duro pero muy profundo. Da un poco de temor analizarlo. Está bien escrito por otro lado aunque produce espanto leerlo en su intensidad.
Me gusta la intensidad de la escritura y el trasfondo oculto y gutural que se ven en tus textos, tanto en este como en el de Semenatrio. A veces me hacen sentir como si me robaras neuronas, me parece impactante. Los veo como extremadamente góticos, pero me gustan.
Un saludo.
Las cabras son la penumbra de nuestras ideas mas brillantes.
El extremo oscuro, las espinas negras del cuerpo. Si las cabras estan presentes en nuestros pensamientos, necesariamente, se posicionan en la extralimitancia mas oscura del palo profetico,en la agudeza mas lejana,en la primera voz que se rompe en el sacrificio, en nuestra idea mas brillante.