Telegramas intercambiados entre el dramaturgo George Bernard Shaw y Sir Winston Churchill:
Bernard Shaw: “Tengo el honor de invitar al digno Primer Ministro al estreno teatral de mi obra Pigmalión. Venga y traiga un amigo, si lo tiene”.
Respuesta: “Agradezco al ilustre escritor su honrosa invitación. Desgraciadamente no podré asistir a la primera representación. Iré a la segunda, si se llega a realizar.”
Jajajaja… a cada cual mejor… el ingenio de Winston Churchill llegaba a extremos verdaderamente increíbles. Un abrazo Carlota. me hiciste pasar un gran rato divertido.
Dos grandes cerebros enfrentados en un cruce de frases auténticamente ingeniosas, llenas de un irónico doble sentido.
Muy bueno Carlota.
Un saludo.