Me huele a flor el camino de vuelta,
trascendental, simple y fugaz.
Es de noche,
hace calor
y dos nos acompañan, luna y sudor.
Árboles que nos resguardan, arbustos que nos mienten.
Mírala, boca tapada y fervor en la sangre.
Vierte tu fragancia en este recipiente
y date la vuelta.
Buen mensaje. Me gustó el tema pero tengo algo que comentar sobre el último verso que dice “y date la vuelta”. Creo que lo mejor es no dar la vuelta ni retroceder abandonando para nada nuestros sueños sino remontarse al pasado precisamente para poder seguir adelante tal como éramos en el pasado. Eso no es darse la vuelta sino recuperar lo que fuimos para volver a empezar olvidando lo que nos quitaron. El camino de vuelta siempre es una recuperación de la voz que nos quisieron apagar y, por eso, es necesario volver a ser… y demostrarles que seguimos siendo quienes ellos no querían que fuésemos…
En serio diese, ¿qué te he hecho para que no sepas interpretar lo que escribo? ¿No te das cuenta que ese “date la vuelta” es un imperativo en el que ordeno que desaparezca?
Te pido que no comentes más mis escritos, me sacan de quicio tus comentarios.
No me interesa sacar de quicio nada, salvo lo que creo que es necesario sacar de quicio. Salir del quicio de los prejuicios es mi costumbre.
Me encanta ese “y date la vuelta”, Quizas te comprendo, no es odio, es AMOR. Y eso es lo extraño, es amor……