A sangre fría

Ya nunca sabrás que es gustar,
tu sangre es un frio invierno
que tu corazón tuvo que ocupar.

Solitaria luz que a tu alrededor brilla

y flores no pudiendo jugar
llorando tu triste ida

Vida que al luchar
dentro de la máscara que llevas
no puede encontrar otro lugar
más cerca de las estrellas

Enfermedad que no se puede curar
escondes bajo tu piel
que tanto puede durar
a espensas de tu ser

Si algo puedo desear
para demostrar mi amor,
siento que tuvieras que marchar
sin haberte dicho adiós.

Eduardo Miguel Rabazo Bonilla-1998

2 comentarios sobre “A sangre fría”

  1. . Oye, me gusta de esta poesía sobre todo lo patente que se hace el frío, aunque sólo lo nombres al principio. Transmite soledad y pérdida. Parece algo lejano. Me gusta cuando nombras a las estrellas. Me gustan los versos: “tu sangre es un frío invierno”, “solitaria luz que a tu alrededor brilla”, la tercera estrofa en su totalidad y los dos últimos versos.

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