Abenámar.- Personaje histórico y literario, hijo de un moro y de una cristiana cautiva que, en el romance fronterizo que empieza: “Abenámar, Abenámar, moro de la morería, el día que tú naciste, grandes señales había” aparece dialogando con el rey Juan II de Castilla.

Esto demuestra que hay evidencias tan evidentes, ciertas y verdaderas que no hay que ser tan incrédulas (amigas y compañeras del Vorem) cuando se os dice que es evidente, cierto y verdad la existencia de un Abenámar (siglo XV) distinto, diferente y muy superior al pretencioso director de cine que, por casualidad, tiene el mismo apellido. El Abenámar del cine no le llega ni a la planta de los pies al Abenámar dlel romancero. En este asunto hasta Aguirregabiria y yo estamos de acuerdo (!que ya es decir!). Las chicas guapas como vosotras no debéis ser tan desconfiadas de vuestros compañeros, amigos y en algunos casos hasta amantes… Tenéis que daros cuenta que estamos embarcados en la misma nave, que pasamos fatigas (a veces por defender vuestro honor ante los ataques de las chicas feas) y que también trabajamos como esclavos para que no os falte de nada. ¿A ver quien puede borrar ahora ese 25-4 bochornoso?. Pues para que veáis que os queremos de verdad (y no solo porque seáis muy guapas sino porque también sois muy inteligentes) ahora lo borramos y ponemos 25-25 como resultado final. Pero que esto sirva de escarmiento para que seáis un poco menos orgullosas ante nosotros. Hasta pronto. Un abrazo muy cordial y aquï no ha pasado nada… Nosotros 25 y vosotras 25 y que haya paz, concordia y tal y tal y tal…

Moraleja.- Nunca hagáis caso a ninguna vieja…