Mi ilusión en voz baja

Me faltó volver a ver tus manos creando música para mí,
como si fuera algo prohibido,
ya que solo era en ocasiones y a escondidas,
como si pusieras en cada roce de las cuerdas
la descarga de tu alma y una nota de ilusion por poderlo hacer,
como si yo fuera tu oportunidad, tu escondite
donde se te permitía ser libre para tocar
Nos juntábamos y
yo a tí te daba la ocasión
y tú a mi el privilegio
En realidad sentía que eran
pequeños regalos que me hacías
y ahora sueño con esas manos cada día.

Tal y como predije, te echo de menos,
y me encuentro como una estúpida imaginándote a mi lado,
con una guitarra en los brazos,
con tu misma pose de artista de siempre,
con los mismos gestos de siempre,
-¿será que, aunque fueran pocas las veces, me
fijé tanto que me los aprendí?-
tocando bajito, como siempre… porque siempre la ciudad dormía…
mientras canto con susurros, para que nadie me oiga,
Como si te cantara a ti… te das cuenta?
Ya he dicho que te estaba imaginando…
Pensando que ese susurro quizás te llegaría estés donde estés
de la misma forma que lo haría si estuvieras a mi lado.
Cantando canciones que hablan de echar de menos y de esperar…
Y yo sé que espero a la nada,
que busco como una idiota cada rastro tuyo
por si dejaste alguna disculpa o explicación por algún lado
por si dejaste algo para mí…
La incertidumbre ya me mata,
y saber que no estás, también.

Pero sólo hasta ahí es lo que estaría dispuesta a contarte
porque omitir no es mentir, es sólo guardarme para mí…
que echo de menos lo que al final hubo para mí más allá
del simple músico:
Acariciar tu cara
coger tu mano
mirarte a los ojos
que me susurres al oído
Abrazarte
que estremezcas mi alma con un beso
tus caricias
tu respiración
tu voz al hablarme
que me digas “¿Quieres cantar? Pues ven conmigo”
que me enseñes tus escondites
que huyamos juntos
que me secuestraras, porque me hacía sentir especial…que te importaba
Mirarte y admirarte
cantarte… mejor o peor, siempre lo hice con el corazón

Pero todo eso no lo sabrás,
a menos que me des un motivo lo bastante grande
como para poder perdonarte.
Y es que no concibo otra causa que me permita
decirte todo eso, que no sea la de que también
tenías todo eso por decirme a mí,
pero que por lo que sea que no sé,
no me lo querías decir…
Si no es así… me sobran los motivos,
me sobran las explicaciones,
aunque siga queriendolas recibir por si es lo que espero oír…
Porque estoy deseando escuchar un “Lo Siento”
porque estoy deseando perdonarte.
Pero si no es eso… seguiré sintiéndolo yo,
porque a pesar de cualquier cosa, un amigo no actúa como tú lo has hecho,
asi que no podré volver a confiar en tí, y como amigo te he perdido.

Eras mi ilusión porque contigo podía compartir algo que con nadie
más podía.

Aunque pasen las semanas,
aunque éstas se conviertan en meses… no sé si
para tí será eso un alivio… pero para mí es indiferente
porque cada día pienso de nuevo en tí.
Porque siempre que me pregunten
diré con tristeza que te tuve pero
que ya no estás porque tú así lo has querido
y que ahora se quedó sola mi voz.

En unos días volveré, y como te predije,
lloraré cuando vea mi guitarra cubierta de polvo,
porque tu ya no vendrás a tocarla,
porque tendré que volver a cantar en soledad,
porque me has quitado lo que nadie más me habia dado:
la emoción de compartir esa ilusión.

Deja una respuesta