Adoro las mañanas

Adoro las mañanas en las que no hago nada, tan solo salir a la terraza y sentir la brisa de la mañana en mi rostro e incluso que se me erice la piel de frio. Adoro las mañanas acompañadas de un sueño soñado la noche anterior, que justo acabo de despertarte de él y el cual era inesperado para mi y me hace recordar aquel tiempo donde creía tener una razón para ser feliz, aquel tiempo tiempo donde soñaba contigo y aún hoy sigo pensando que será de ti.

Adoro las mañanas en que me despertaba y esperaba un “te quiero” de ti, que en cierta manera lo obtenia pero no era nada justo para mi y por esa razón esos “te quieros” pasaron aun segundo plano o quizás a un tercer plano (mas bien dejaron de existir).

Quizás no debería tener todo esto cabida en mi vida pero hoy, después de haber soñado contigo, descubro que fuiste importante para mi y aunque todo fue un mentira en aquel tiempo estaba bien ser engañada. Ahora ese engaño me hizo creer y saber valorar lo que hoy dia valoro.

Adoro las mañanas con un cigarro encendido y en las que no tengo nada que hacer, en las que sólo existen los “te quieros” de la gente que me importan y no necesito más. Adoro las mañanas de un paseo por el campo y una noticia de alguien qu eme dejo muy buenos recuerdos y que me hace saber que sigue estando ahí. Adoro las mañanas acompañadas de un chocolate caliente y recordando cuando jugaba de pequeña en el patio de la casa de mi abuela.

Y sobretodo adoro las mañanas dedicadas a mi, aunque pueda sonar algo egoísta, pero creo que de vez en cuando esta bien dedicarse mañanas a uno mismo, sin necesidad de pensar en nada ni en nadie..simplemente adoño las mañnas…

3 comentarios sobre “Adoro las mañanas”

  1. Bien esrito. Adorar las mañanas tiene importancia. En cuanto al contenido me parece un texto con sentimiento y la literatura si no tiene sentimiento deja de ser literatura para ser solo escritura. Un abrazo cordial.

  2. No es para nada egoísta pensar en uno mismo. De vez en cuando y muchas más veces, incluso. Lo bueno de que te gusten las mañanas es que tienes para rato… y eso es una verdadera suerte. Un saludo.

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