Alí.

Sucede que mi chavalilla (La Princesa) está fuera del país ecuatoriano, realizando un trabajo de servicio especial en los Estados Unidos. Sucede que hay una fiesta navideña en casa de los Montenegro Sosa. Sucede que yo estoy allí realizando un trabajo de servicio especial en los alrededores de La Gasca. Sucede que se mosquean todos conmigo como queriendo ocultarme algo. Sucede que yo no estoy fijándome en nadie ni en ninguna. Sucede que todos ellos están equivocados. Sucede que no me da la real gana de decirles de qué me estoy riendo porque siempre he defendido mi libertad de expresión sin tener que dar explicaciones absurdas a nadie. Sucede que se siguen mosqueando conmigo creyendo que me estoy riendo de alguno de ellos y que me estoy fijando en alguna de las suyas. Sucede que no me estoy riendo de nadie ni me estoy fijando en ninguna porque estoy pensando en una que está mucho mejor y que es mi esposa. Sucede que sólo estoy pensando en Ella (mi Princesa).

Sucede que hasta se mosquea conmigo el abuelito Oswaldo. Sucede que el abuelito Oswaldo cree que me estoy riendo de su raza. Sucede que no me estoy riendo de ninguna raza porque no existen razas sino sólo una raza humana. Sucede que el abuelito Oswaldo no sabe ni lo que dice. Sucede que se me siguen mosqueando todos los que se creen que me estoy riendo de ellos. Sucede que están todos más equivocados que un pulpo dentro de una palangana. Sucede que también se está mosqueando papá Gonzalito. Sucede que sigo sonriendo pero no me estoy riendo de nadie y que me importa menos que un carajo lo que está sucediendo en aquel bailongo casero porque ni me va ni me viene y me da igual lo que piensen. Sucede que lo que pasa es que estoy pasando olímpicamente de todos sus mosqueos porque estoy sonriendo solamente pensando en mi esposa y me importa menos que un carajo lo que piensen popr sonreir pensando solamente en Ella.

Sucede que también el gordinflón e infantiloide Alí, al cual le sobran bastantes kilos de grasa por cierto, también se mosquea sin tener ni idea de lo que me está produciendo la sonrisa. Sucede que el gordinflón infantiloide de Alí me dice, casi llorando y todo, que se lo va a contar a mi cuñado Diego. Sucede que a mí me importa menos que un carajo que se lo diga a mi cuñado Diego porque yo sólo estoy sonriendo recordando a mi Princesa (mi esposa) y todo lo demás me importa un comino y como si se lo dice a mi cuñado Diego o al guardia de la esquina porque no le estoy haciendo ni puñetero caso a este gordinflón infantiloide de Alí que quizás hasta puede ser un elemento islamista introducido en aquella noble familia. Sucede que este gordinflón e infantiloide Alí mola menos que un dólar de corcho. Sucede que el gordinflón e infatiloide Alí le dice a mi cuñado Diego la tontería de que me estoy riendo de él cuando yo la verdad es que paso de todo aquello porque sólo me interesa mi chavalilla, que es mi esposa. Sucede que mi cuñado Diego prefiere callar y guardar silencio antes de que nos liemos los dos a sopapos, y que creo que ya sabe que yo practico artes marciales para la dfensa propia y la defensa de mi Princesa, por culpa del gordinflón e infantiloide Alí que estoy cada vez más seguro de que es un infiltrado anticristiano que nos quiere enfrentar a los dos cristianos (Diego y yo) con sus artimaññas de moraco que se las dá de más listo que Albert Einstein. Y de la misma manera que más tarde quiso hacer el gordinflón e infantiloide Antonio. Sucede que ya estoy harto de todos estos gordinflones e infantiloides machistas anticristianos que hasta usan las brujerías para engañar a las nobles personas de Ecuador.

Sucede que, al final, yo me marcho con las manos dentro de los bolsillos de mi pantalón porque sólo estoy enamorado de mi chavalilla (mi esposa). Y sucede que el gordinflón e infantiloide Alí se marcha de repente a los Estados Unidos porque se le ha visto el turbante de moraco introducido entre las filas de los cristianos y las cristianas de la noble familia Montenegro Sosa, a ver si madura un poco porque ya es bastante mayorcito de edad como para decir tantas tonterías.

Sucede que esto fue todo lo que pasó y no lo que, completamente engañados por el gordinflón e infantiloide Alí, estaban pensando todos. Sucede que estas cosas me aburren tanto que por eso sólo me queda sonreír. Y sucede que el gordinflón e infantiloide Alí que ha emigrado rápidamente hacia los Estados Unidos es un esbirro anticristiano que está cumpliendo órdenes del gordinflón e inatiloide Antonio desde que tenía a mi chavalilla como novia y de los cuales ya sé yo muy bien de qué pies cojean.

Ya está todo explicado señores Montenegro Sosa. Ya ven cómo yo no era el que estaba manejando toda aquella macabra historia sino el gordinflón e infantiloide Alí junto con el gordinflón e infantiloide Antonio que quisieron engañarles a todos ustedes y al inocente de mi cuñado Diego que menos mal que al final se dio cuenta de la verdad.

Deja una respuesta

Alí.

Sucede que mi chavalilla (La Princesa) está fuera del país ecuatoriano, realizando un trabajo de servicio especial en los Estados Unidos. Sucede que hay una fiesta navideña en casa de los Montenegro Sosa. Sucede que yo estoy allí realizando un trabajo de servicio especial en los alrededores de La Gasca. Sucede que se mosquean todos conmigo como queriendo ocultarme algo. Sucede que yo no estoy fijándome en nadie ni en ninguna. Sucede que todos ellos están equivocados. Sucede que no me da la real gana de decirles de qué me estoy riendo porque siempre he defendido mi libertad de expresión sin tener que dar explicaciones absurdas a nadie. Sucede que se siguen mosqueando conmigo creyendo que me estoy riendo de alguno de ellos y que me estoy fijando en alguna de las suyas. Sucede que no me estoy riendo de nadie ni me estoy fijando en ninguna porque estoy pensando en una que está mucho mejor y que es mi esposa. Sucede que sólo estoy pensando en Ella (mi Princesa).

3 comentarios sobre “Alí.”

  1. Sabes Diesel?
    Cuando pensabas en -tu princesa- y nacíó esa sonrisa tenue en tu rostro, solo tú lo entendías.
    Las cosas, las conversaciones, te parecerían ruidos de fondo….
    Nadie lo entendió y malinterpretó, tu sonrisa.
    Que más dá?
    En aquellos momentos, absolutamente nada importaba, absolutamente nada porque no estabas en ningún sitio exactamente.
    Sí con tu “chavalilla” que es tu esposa.
    Me gustó mucho
    Abrazo

  2. Exacto, Marian. Me has comprendido perfectamente bien lo que quise dejar aclarado. Ya ves lo que son las cosas. Días, meses, años enteros conviviendo con unos seres humanos con los que llegas a tener contactos de sana amistad y no llegan a concoerte jamás y así, simplemente a través de un escrito en una página como ésta, llega alguien y te comprende del todo. Así es la vida, Marian. Tú lo has dicho. Les hubiese bastado con haberme mirado directamente a los ojos en vez de fijarse tan solo en la sonrisa para que lo hubiesen descubierto. Gracias por tus palabras y un abrazo cordial.

  3. Perdona, amiga. Quise decir lo contrario. Quise decir que les hubiese bastado con mirar simplemente a mi sonrisa en vez de mirarme a los ojos para haber comprendido la verdad. Perdona por el lapsus pero es cierto. Miramos demasiadas veces a los ojos para descubrir qué están viendo los demás y, claro está, caemos fácilmente en los malos pensamientos… porque no sabemos mirar en las sonrisas de quien mira con total limpieza y sin lujuria alguna. Esa es otra gran verdad que he descubierto en mis experiencias por el mundo de los sentimientos que son los mejores mundos que yo he llegado a conocer o por lo menos conocer lo suficiente… cosas que otros grandes y expertos viajeros por los cinco continente del planeta todavía no han sabido ni tan siquiera imaginar. Bueno. Un beso amistoso y que tengas un feliz día.

Deja una respuesta